Kerry Washington, otra chica del Bronx

La Olivia Pope de 'scandal' es licenciada en sociología, y aunque podría, no tiene interés en dedicarse a la política. Le enseñó a bailar su vecina, Jennifer López, con quien también coincidía en la academia del barrio


Kerry Washington habla un perfecto castellano, está licenciada en Sociología y Antropología y, aunque es del Bronx, fue educada en un colegio de elite del Upper East Side neoyorquino. Eso, reconoce ella misma, imprime carácter y le permite afrontar con una facilidad inusual su papel de Olivia Pope en Scandal, la serie televisiva a la que la mismísima Oprah Winfrey tuvo que engancharse al comprobar que no dejaba de ser trending topic día tras día. Lo de Scandal ha sido para ella esto, un escándalo. Tras muchos años de carrera ahora el éxito le ha caído encima de forma rotunda por la acertada interpretación que hace de esa gerente en crisis que vive un affaire con el presidente de Estados Unidos. Ella, Kerry Washington, admite que podría dedicarse a la política si se lo planteara. Pero también añade que no le interesa lo más mínimo. Aunque también la ha fichado Barack Obama (para el Comité de Artes y Humanidades de la Casa Blanca), ella nada tiene que ver con el polémico personaje de Olivia Pope y menos con su estilo de vida.

Lo que ha aprendido de la experta en gestión de crisis a la que interpreta es que es bueno controlarse. Desde que se puso por primera vez en el 2012 en la piel de ese personaje sabe contar hasta diez y hasta cien si hace falta para controlar los nervios y aguantar lo que le venga encima. Felizmente casada con Nnamdi Asomugha (un exjugador de la liga de fútbol americano) con quien tiene una niña de meses (Isabelle Amarachi Asomugha nació el pasado 21 de abril), fue madre por primera vez a los 37 años.

Desde entonces lo tiene más claro que nunca. Su familia es lo primero y lo que manda en sus planes y en su agenda de trabajo. Precisamente su embarazo obligó a que la tercera temporada de Scandal fuera reducida de veintidós a dieciocho capítulos y que además se incluyera el tema de la maternidad como parte del argumento de la serie cuyo rodaje finalizó en diciembre del año pasado. Lejos de enfadar a sus jefes, los responsables de la serie le arroparon en todo momento hasta el punto que su creadora, Shonda Rhimes, organizó en su casa de Los Ángeles la fiesta de bienvenida del bebé. Fue una fiesta privada a la que asistieron sesenta personas, entre ellas James Fonda.

Como su personaje, Kerry Washington formó parte del equipo de natación durante sus estudios de secundaria pero por lo demás insiste en que se parece poquísimo a ese personaje que vive solucionando los escándalos de los demás para acabar viviendo en un desorden que reconoce que "a mi me llevaría directa al manicomio". Por eso es muy cuidadosa con sus cosas. Y la razón por la que, tras conocer a su marido en el 2012, se casó con él en secreto en Idaho y no permitió que trascendiera la noticia hasta mucho después. Del mismo modo que comunicó lo de su embarazo cuando ya no tuvo más remedio.

Probablemente lo más sorprendente de esta mujer que al comienzo se resistía a usar Twitter pero se ha rendido ya a sus utilidades, es que es una enamorada del baile. Y no sólo eso. Que quien la enseñó a bailar fue ni más ni menos que Jennifer López. Ambas eran vecinas en el Bronx y asistían al mismo club de baile donde la ex de Marc Anthony sustituía a "un profesor de baile espectacular llamado Larry cuando él no podía asistir". Lo explicaba recientemente en una entrevista en Yahoo en la que relataba también que "de repente un día se fue Los Ángeles para ver si se hacía famosa y nos quedamos pero que muy impresionados". Triunfó Jennifer primero y luego Kerry, que se ha convertido en la quinta actriz de televisión mejor pagada del momento.

Son dos chicas del Bronx que han sabido sacar provecho de sus peculiaridades. Entre las de Kerry Washington destacan también que estudió yoga y teatro tradicional indio, que es una fanática de Juego de tronos y que su nombre proviene de Irlanda. Que le encantan los parques temáticos de Disney y que odia el café. Simpática y arrolladora ha instaurado una tradición que acompaña todo rodaje en el que toma parte, de forma que antes de cada sesión los actores chillan a coro el número del capítulo, golpean un mueble y aplauden a rabiar. Así es la bella protagonista de este drama televisado cuya tercera temporada se emite los miércoles en Fox Life (22.00), mientras que la segunda se repone los domingos en Divinity (22.00).


Capaz de hablar por los codos, explica hasta que por su cumpleaños prefiere regalar que recibir (siempre les lleva algo a sus padres), pero no revela ni el mínimo detalle de lo que sucederá en la serie. Sabe aguantar el misterio de este personaje que se ha convertido también "en la persona con quien llevo más años de relación. Más que con la mayoría de los hombres que han formado parte de mi vida!". Eso hace que hasta cuando coge un avión tenga que dar cuentas de Olivia Pope. En una ocasión una azafata le hizo prometer que no sería infiel al presidente de la serie, Fitz (Tony Godwyn). No pudo hacerlo (es asunto de los guionistas), pero sí que es capaz de mostrarse totalmente entregada al presidente real, Obama, del que dice que "hace un trabajo extraordinario en un momento complicado".





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