Tres habilidades que aseguran tu futuro laboral

Manejar perfiles y redes sociales, saber un poco más sobre lenguajes web y seguridad informática y poder exponer ideas y conceptos en los medios digitales son habilidades que te ayudarán a mantenerte en continua actualización en tu formación y reciclaje profesional. Una persona con habilidades como estas siempre viene muy bien en una empresa. Quizá no se requieran para el trabajo que vas a desempeñar, pero sí sirven para que te conozcan en otros campos e incluso para optar por otras vías de promoción en la misma empresa. Es muy posible que se te presente la ocasión de poner en práctica alguna de ellas.


Si profundizas en el estudio y aprendizaje de estas destrezas, pueden llegar a determinar tu profesión en un futuro. El informe Sodexo analiza qué tendencias profesionales se darán en las próximas décadas. Habrá planificadores de la identidad digital, escritores wiki y responsables de relaciones virtuales. Ponte en acción e invierte algo de tiempo en ellas, nunca sabes cuándo las vas a necesitar.

1.    Manejar redes sociales y sus distintas apps

No te quedes en leer el timeline y publicar tu último selfie. Hay muchas posibilidades laborales en el empleo de redes sociales. Desde potenciar tu identidad laboral (los departamentos de recursos humanos se centran cada vez más en la búsqueda de talento en las redes) hasta mejorar la identidad corporativa de la empresa para la que trabajes en un momento en que lo necesiten. También son muy útiles para comunicarte, crear una red de trabajo o gestionar recursos. Por otro lado, toda la información publicada deja un residuo rasteable. En un futuro, esta habilidad permitirá tanto rastrear la reputación de empresas y personas como modificarla. Las empresas disponen de muchas aplicaciones y apps que abren un campo profesional muy amplio. Algunas tienen su propio sistema de formación, como los webinars de Twitter.

2. Tener nociones de lenguaje web y seguridad informática

Ser un poco friki informático siempre tiene sus ventajas. Por un lado, saber el lenguaje en el que sirve la información te dará mayor control sobre la red. El aprendizaje de HTML te abre una puerta a todo un universo de código que para muchos es ahora indescifrable. Es sencillo de aprender: echa un vistazo a la página oficial e investiga un poco, porque hay muchísimos tutoriales, videos y aplicaciones gratuitas, como Codeacademy. Si te gusta el tema, también puedes animarte y aprender algo de programación. Y ¡cómo no saber algo más de seguridad informática con la que se nos avecina! Ahora publicamos información personal sin ningún cuidado, damos nuestros datos simplemente para poder acceder a un juego en el que alineamos caramelitos y difundimos fotos de nuestra última fiesta en casa, etiquetada con nombres y todo. Los delitos informáticos se multiplicarán en un futuro. No lo decimos nosotros, sino un auténtico gurú del tema: Chema Alonso. Esta destreza puede servirte para evitar posibles chantajes, solucionar ataques sencillos a tus sistemas y custodiar información sensible, como bases de datos, documentos y contraseñas.

3. Ser capaz de elaborar contenidos

Poder exponer ideas y conceptos mediante textos escritos, imágenes o videos sigue siendo una aptitud muy valorada. Puede servir para dar a conocer tu perfil, los productos que haces o los que hace una empresa. Te resultará fácil montar un blog en WordPress o en Blogger. Simplemente con la cámara de tu móvil y un pequeño trípode puedes instalar un estudio de video y empezar a subir lo que te interese y publicarlo en un canal de YouTube o de Vimeo. Con esta misma idea, también puedes montar un tutorial y colgarlo en una plataforma e incluso monetizarlo, como se hace en Udemy. Y si quieres sorprender con tu capacidad para exponer o resumir los puntos básicos de un proyecto, aprende a elaborar una presentación vistosa con herramientas sencillas como Prezi o Emaze.

Dominar redes sociales, tener conocimientos de lenguajes web o de seguridad informática, así como poder exponer de forma clara y eficaz ideas y conceptos son habilidades que te ayudarán ahora y en el futuro, sobre todo si la sociedad continúa tecnificándose. Pero no descuides tus capacidades artesanales. Si, como dijo Einstein, terminamos usando palos y piedras, seguro que no estará de más alguien que sepa construir una silla, coser un vestido o pintar un retrato.




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