Google adquiere parte de los móviles de HTC por 925 millones de euros

HTC, que estaba en pérdidas, no ha logrado competir con Samsung o Apple.


Google pagará 925 millones de euros –1.100 millones de dólares- para comprar parte de la división de teléfonos de la taiwanesa HTC. La operación, que se pagará en efectivo, no implica que Google se haga con la producción, pero sí incorpora talento para el desarrollo de hardware.
Con la adquisición, el gigante tecnológico sumará a los empleados que desarrollaron Pixel, los teléfonos inteligentes para el mercado americano. HTC, que estaba en pérdidas, no ha logrado competir con Samsung o Apple, los reyes del sector, y acaba pasando a otras manos.
Las cifras hablan: el valor actual de las acciones de HTC es tan sólo el 5% de su máximo histórico alcanzado en 2011, lo que demuestra su pérdida de protagonismo. En ese momento tenía el 8,8% del mercado global, hoy tiene el 0,9%.
La presidenta de HTC, Cher Wang, dijo hoy que esta transacción “asegura la continuidad en la innovación en nuestra sección de teléfonos inteligentes y de realidad virtual”, gracias a la inyección de fondos. Pese a la compra, HTC no abandonará totalmente la producción y venta de teléfonos con su propia marca, aunque Google desarrollará el hardware de sus teléfonos y prepara nuevos lanzamientos.
Con la operación Google incorporará a 2.000 empleados, cerca de la quinta parte de la plantilla de la asiática. Al caer el negocio de móviles, la empresa diversificó su manufactura a los dispositivos de realidad virtual, los tabletas y la fabricación para otra empresas, pero aún no ha logrado equilibrar sus cuentas.
Algunos expertos apuntan que la operación no se centra tanto en telefonía móvil, sino en las aplicaciones de la tecnología para otros negocios. “HTC ha dejado atrás los buenos tiempos en los que era la firma líder en diseño de hardware, principalmente por cuanto ha tenido que recortar a lo largo de los años debido a unos ingresos menguantes”, dijo Ryan Reith, analista en la firma de investigación IDC.
“A menos que Google realmente quiera controlar el hardware para sus otros negocios como Home y Chromebooks además de los smartphones, no veo (el acuerdo) como una buena jugada que vaya a salir rentable”, añadió Reith.

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