La exposición que revive la esencia de Azzedine Alaïa a través de sus vestidos más icónicos


Un viaje en el tiempo que repasa el legado del modisto en el diseño de moda


Noviembre de 2017 se convirtió en uno de los meses negros de la industria de la moda por la perdida de Azzedine Alaïa. A sus 77 años, el diseñador tunecino dejó en herencia un legado que condicionó la confección de prendas. Conocido como el escultor del cuerpo femenino, Alaïa fue pionero por en experimentar con arriesgados patrones y aplicar innovadores materiales a sus creaciones.
El Museo del Diseño de Londres ha inaugurado una exposición que muestra la trayectoria de Alaïa a través de sus creaciones más icónicas y representativas. Se trata de una muestra que el propio diseñador planeó meses antes de su fallecimiento y que finalmente abrirá sus puertas en la capital británica hasta el próximo mes de octubre de 2018.
Nacido y criado en Túnez, Alaïa se trasladó a París durante los años 50 para iniciar una de las carreras más prosperas y consolidadas en el mundo de la moda. Primero empezó a trabajar en Christian Dior, bajo la dirección creativa del diseñador Yves Saint Laurent. Aunque sus inicios no fueron fáciles, prosiguió con su objetivo formándose en firmas como Guy Laroche o Thierry Mugler hasta abrir su propia firma homónima durante la década de los 80.
Le Marais fue el origen de todo. El barrio parisino se convirtió en el enclave donde Alaïa estableció su pequeño atelier y en el que empezó a experimentar con las técnicas que usaban los modistos de la época para perfeccionarlas y ampliar sus posibilidades. Sus estudios sobre escultura y bellas artes aportaron una visión totalmente diferente a lo que se había visto hasta entonces y le llevó a confeccionar vestidos que entendían las formas y necesidades del cuerpo femenino.
Desde los inicios de la firma, el diseñador empezó a elaborar exclusivos vestidos para la Jet Set parisina y en poco tiempo su nombre se popularizó entre los amantes de la moda. Durante la época de los años 80 y 90 Grace Jones o Greta Garbo fueron algunas de las personalidades más afines al diseñador y la modelo Naomi Campbell se convirtió en la musa de la firma. Con el nacimiento de una nueva generación, Alaïa se convirtió en uno de los diseñadores de referencia para Kim Kardashian, Rihanna o Lady Gaga.
Aunque su éxito fue mundial y duradero, el diseñador siempre huyó de la fama, el ojo público y nunca sucumbió a las presiones comerciales de la industria. Para Alaïa su principal objetivo era la confección de las prendas y sus colecciones no seguían el calendario oficial de las semanas de la moda más importantes del mundo.
Los patrones que guiaban el diseño de sus prendas se movían entrevestidos ajustados que resaltaban la figura femenina, cinturas marcadas, faldas que jugaban con los volantes, el uso de pieles, látex y y mallas metálicas con efecto red como tejidos principales. Uno de los hitos de la firma fue remarcar la sensualidad femenina a través de arriesgadas prendas en un contexto social donde no eran tan comunes este tipo de diseños.

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