TITAS: textiles funcionales, inteligentes y sostenibles


Esta semana se ha celebrado en Taipei (Taiwán) la edición nº 22 de TITAS (Textile Innovative Textile Application Show), que afrontará a partir del próximo año un cambio relevante en su oferta.


Como señaló Justin Huang, presidente de la TTF (Federación Textil de Taiwán), durante esta edición de TITASqueremos mejorar la utilidad del salón y la satisfacción de expositores y visitantes. Con este objetivo, ampliaremos la gama de productos con una nueva sección dedicada a maquinaria confeccionista. No se trata de reunir más proveedores de máquinas de coser, que ya abundan en el actual formato del salón, sino de introducir tecnología distinta y más avanzada, como equipos para el corte del tejido, equipos de soldadura de tejidos: en resumidas cuentas, se trata de que los compradores de materias primas (fibras, hilados o tejidos funcionales, inteligentes y sostenibles) tengan a su disposición las herramientas para trabajar con ellas. Por ello, es posible que el salón cambie ligeramente de nombre, pero manteniendo el mismo acrónimo, donde la A ya no corresponderá a Application sino a Apparel.

Pensamos que el ADN del salón, y detrás de él de la TTF, se puede resumir con el slogan de sus expositores más importantes, el grupo Formosa Plastic GroupSmart Fashion with Technology.
Y no lo tiene fácil. Porque Taiwán es como un náufrago en mitad del océano, pero con un vecino incómodo: la inmensa China continental, que ha hecho todo lo posible desde hace muchos años por aislar a Taiwán en todos los sentidos. Eso significa que carece de representación oficial en la mayoría de los organismos internacionales, que no se beneficia apenas de tratados de libre comercio y que debe andar continuamente con mucho cuidado para no molestar a su vecino. Sin ir más lejos, hace muy pocos días Elñ Salvador ha anunciado el fin de sus relaciones diplomáticas con Taiwán.
Colecciones de artículos textiles funcionales, inteligentes y sostenibles
El salón contó con 456 expositores, buena parte de los cuales ofrecían artículos funcionales e inteligentes y, en muchos casos, también sostenibles. Porque –como también señaló Huang- los tres atributos van juntos. Hoy en día ya no se entiende un producto innovador que no sea ya sostenible, en mayor o menor medida. Entre los expositores había varios de los grandes conglomerados textiles del país, como Far Eastern, Formosa Plastics Group, TexRay, Grandetex, etc.
Estaban representadas en el salón casi todas las asociaciones textiles y confeccionistas del país, a menudo con varios de sus asociados, además de los diversos centros de I+D con los que cuenta el sector, como la Southern Taiwan Textile Research Alliance, el Industrial Technology Research Institute, o el Taiwan Textile Research Institute. Visto desde fuera, da la impresión de que todas estas organizaciones –condicionadas por el relativo aislamiento político y comercial del país- trabajan al unísono y en franca armonía.
Entre los expositores extranjeros destacaron por su número los japoneses, coreanos y chinos. A la hora de hacer negocios, nos comentaron algunos expositores, se olvidan de las rencillas políticas. También hay que mencionar la presencia de Blusign, de Suiza; de Polygiene, de Suecia; y de Isko, de Turquía.
La Federación India de Cámaras de Comercio e Industria presentó un stand colectivo, con 10 expositores textiles y también algunos confeccionistas, que se interesaron por la exposición de confección india que se había celebrado hace pocas fechas en Madrid, y de la que Pinker Moda ya ha informado. Vietnam no contaba con ningún expositor pero envió una delegación de industriales que querían establecer relaciones comerciales con Taiwán. Vietnam, en efecto, es uno de los países más utilizados por las empresas taiwanesas –junto con la China continental- para establecer sus fábricas.

Certificación de los tejidos funcionales
El salón recordó la Taiwan Functional Textiles Certification, que ofrece hasta 26 certificaciones para otros tantos acabados textiles: antibacteriano de uso general, antibacteriano de uso médico, secado rápido y transferencia de la humedad, antihongos, protección contra rayos ultravioleta, antiestático, repelencia al aceite, resistencia a la llama, etc.
El salon puso también en marcha en sistema de etiquetado de productos ecológicos y/o sostenibles (el Eco Textile Labelling System), que nos pareció muy modesto y excesivamente realista en su planteamiento. La noa explicativa explicaba que el sistema tiene solo dos etiquetas posibles:

La Green Label, para materias primas, pero que solo exige que sus tecnologías estén orientadas hacia el reciclaje, sin mayores compromisos.
La Gray Label, para procesos manufactureros, solo exige el compromiso de reducir alguno de los consumos.

La misma nota explicativa del sistema indicaba que ni el salón ni la Federación Textil de Taiwán se podían hacer responsables del etiquetado ecológico de cada producto porque este es decidido unilateralmente por cada una de las empresas fabricantes.
También llamó la atención el espacio dedicado a los textiles inteligentes (Smart Textiles), como anticipo de la mayor presencia de equipos de automación y digitalización que estará presente en la nueva sección de tecnología que el salón estrenará en 2019.
Encuentros empresariales y programa de conferencias
Otro componente esencial del salón es el programa de encuentros empresariales bilaterales entre expositores y visitantes. Entre las marcas que aprovecharon la iniciativa se encontraba la china Li-Ning, la canadiense Louis Garneau; la británica Umbro; las estadounidenses Khangri y Cabela; la brasileña Coteminas; etc.
El salón contó con un programa de 11 seminarios –la mayoría de ellos, solo en chino-, diseñados sobre todo para los visitantes locales. Nos llamó especialmente la atención la presentación que hizo Arquas de su nueva colección Isko, de denim; y una sesión sobre las tendencias en el sector de los textiles inteligentes y de los wearables, con dos ponentes norteamericanos y con uno alemán.

La TTF expone sus preocupaciones
En la conferencia de prensa con el presidente de la TTF, que ya hemos mencionado, Justin Huang comentó otros temas de interés:
En estos momentos la confección y la electrónica han de ir muy de la mano, han de colaborar estrechamente, pero es prematuro saber quién será el líder: los industriales confeccionistas o los expertos en electrónica.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos no es tan grave como parece. Por un lado, porque afecta a una pequeña parte de las exportaciones chinas; por otro, porque hoy en día las ventas domésticas son mucho más importantes para los fabricantes chinos que sus exportaciones.
Taiwán tiene un sector confeccionista que es líder en soluciones inteligentes y sostenibles. Al respecto, señaló varios modelos de chaquetas inteligentes para exteriores fríos, varias camisetas de uso médico que controlan al paciente a distancia, etc.
También destacó la gran aportación que su país está haciendo a la lucha por la sostenibilidad. El procesamiento de plásticos marinos es un 30% más caro que la fabricación con materias primas convencionales, pero una parte creciente de la sociedad –especialmente los millennials– están dispuestos a pagar el precio que corresponde.
Recordó la existencia de Performance Days, el salón de Feria de Múnich, cuyo perfil es similar al de TITAS, que alabó por su enfoque.

+Info: www.titas.tw 

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