Ze García casa lo barroco con el minimalismo en una colección inspirada en la mujer transgresora


La firma barcelonesa ha presentado su última colección para novias e invitadas llena de volúmenes y colores pastel


Ze García ha conseguido consolidarse como “el diseñador de las influencers”. Después de vestir a Dulceida de novia en el día de su boda, José Maria García González se servía de un séquito de instagramers para presentar su colección Primavera-Verano 2018 en la pasada edición de la 080 de Barcelona. Un año después, Ze García no ha cumplido con las expectativas de aquellos que esperaban ver a las it girls sobre la pasarela, ya que ha decidido sustituirlas por modelos profesionales.
En esta ocasión, influencers como Dulceida o Inés Arroyo han pasado de desfilar a estar en el front row entre otras caras conocidas, como el estilista Pelayo Díaz o la presentadora Marta Torné. En una sala abarrotada y mucho más amplia que en ediciones anteriores, el desfile ha comenzado puntual al sonido de unas gaitas con toques electrónicos.


Bajo el título de ‘Origen’, el joven diseñador ha presentado una colección inspirada en Rose Bertin, una mujer con un papel crucial en la historia de la moda. Según el manifiesto de esta nueva línea, Bertin fue “nombrada ministra de moda por Maria Antonieta, convirtiéndose en un referente para todas las cortes reales de la época” en el siglo XVIII.
Lo nuevo de Ze en alta costura se ha caracterizado por “una inspiración barroca, con un aire minimalista y contemporáneo”, asegura su propio creador. Esta es una colección pensada por y para una mujer “independiente, pionera en cuanto a estilo y transgresora”, tal y como lo era Rose Bertin.
El diseñador ha apostado por una paleta de colores nude y pastel, que han vestido tanto a novias como a invitadas. A pesar de que el blanco ha sido el principal protagonista del desfile, también los rosas, malvas y azules han tenido su momento de gloria. Estos tonos combinaban a la perfección con el look beauty de las modelos, con un estilo no makeup en el que destacaba simplemente el rubor de las mejillas.


Sin duda, el máximo común denominador de la colección han sido los volúmenes, principalmente presentes en las mangas abullonadas y los escotes holgados con pliegues, muy populares durante los 90 y los 2000. Al más puro estilo Céline e Yves Saint Laurent, Ze García ha llevado a la pasarela faldas holgadas y hombreras maxi. También han tenido un papel importante los escotes de corte palabra de honor, acompañados en la mayoría de ocasiones de corsés.


En cuanto a materiales, se podido observar un extenso uso de satén, seda y tul, de carácter lencero en varias ocasiones. El modisto ha jugado con las formas de sus prendas mediante la combinación de telas vaporosas y livianas con otras más rígidas y de mayor dureza. Una de las piezas más particulares ha sido el traje de chaqueta y pantalón estilo biker, confeccionado con tweed, en lo que parecía un guiño a la última colección de Chanel.


A ritmo de Rosalía con una base de los británicos The XX, el desfile llegaba a su final con varias propuestas de vestidos de novia. Para ellas, el diseñador se decanta por vestidos blancos con encaje y pronunciados escotes, aunque también propone trajes de corte masculino. La mayoría de ellas acompañaban sus looks de velos cortos a la altura del cuello o de tocados de grandes dimensiones.
El broche final lo ha puesto el vestido estrella de la colección, compuesto por un corsé con escote palabra de honor y una holgada falda, todo ello confeccionado a partir de una especie de satén. Las mangas, en cambio, estaban hechas de una especie de tul transparente, al igual que el velo que acompañaba al traje. El toque más transgresor de este estilismo final ha sido el gran ramo de flores que la modelo portaba sobre la cabeza y que con el cierre del desfile se ha encargado de regalar a pedazos a los asistentes.



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