Los exámenes
son una época agotadora, una etapa de estrés para los
estudiantes, en la que necesitan concentración, muchas horas y mucho trabajo
para sacar adelante todas las pruebas finales tras tanto esfuerzo durante el
curso. Por eso, es habitual terminar cansado y con ganas de desconectar tras
acabarlos. Hay muchas formas de desconectar, os propongo algunas
que seguro que os vienen muy bien.
El esfuerzo,
más mental que físico, que requiere el estudio, en el que es difícil -pero no
imposible- relajarse, hace que al acabar sea difícil desconectar,
aunque los exámenes hayan salido bien. Si han salido bien, desconectar
será un premio al esfuerzo; si no, será una forma de recargar las pilas
antes de seguir estudiando.
Seguro que
durante el tiempo de estudio, el estudiante no ha descansado lo suficiente.
Siempre parece que falta tiempo de estudio y se suele robar al tiempo de sueño,
pese a que dormir bien es una de las actividades más necesarias en épocas en las que
se necesita gran concentración. Así que dormir es una buena
forma de desconectar y relajar y descansar tanto el cuerpo como la
mente del estudiante. No sólo dormir por la noche, sino también una pequeña
siesta cuando se sienta necesario será reparadora.
En épocas de
exámenes, los hobbies se dejan de lado. El cine,
la música,
la lectura por placer, salir de fiesta, hacer deporte… Actividades que
diviertan y relajen, alejadas de la rutina del estudio, ayudan a
desconectar, sobre todo si son al aire libre o para disfrutar acompañados.
Para aquellos
que se lo puedan permitir, por tiempo y dinero, un pequeño viaje o una
estancia en un spa pueden ser una gran opción de cara a desconectar
tras el estrés de los exámenes. Si no, siempre está la opción de disfrutar de
un baño relajante con aromaterapia,
música relajante y velas. ¡Seguro que te sentirás como nuevo!
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