- El peso del entorno digital en los procesos de producción, venta y comunicación lleva a las empresas a un negocio multicanal
La importancia del entorno
digital en los negocios es cada vez mayor. Su peso en los procesos productivos,
con introducción de nuevas tecnologías de forma constante, y su aplicación en
todos los sectores de la economía hace que la digitalización sea un paso ya
innegable que obliga a las pequeñas y medianas empresas a una adaptación
constante para no perder el ritmo del mercado.
Y es que el componente digital
y tecnológico, junto a la inversión en investigación y desarrollo, también
supondrán cambios en el mercado del trabajo. El surgimiento de nuevas
profesiones, con un componente digital mucho más marcado, llevará a los
trabajadores a un reciclaje continuo para mantener unas buenas posibilidades
dentro del mercado laboral.
Así, las empresas que no sepan
iniciar la digitalización a tiempo tendrán terreno perdido a la hora de
competir. En este sentido, el portal Indicexpermite que las empresas
midan su Competitividad Digital sin ningún coste. En ella se tienen en cuenta
elementos como el posicionamiento SEO (de cara a los buscadores de internet),
la movilidad del usuario en los entornos web de la empresa, la comodidad y
percepción del usuario a la hora de navegar por el portal propio o el
aprovechamiento de las técnicas de márketing digital para potenciar al máximo
nuestro negocio.
Cabe destacar lo positivo que
resulta el hecho de que las empresas hayan entendido que la presencia en
internet es algo determinante. Quien más quien menos cuenta con su página en
internet y un mínimo despliegue en el conjunto de las redes sociales. Hoy no se
entiende el crecimiento de las pymes sin una estrategia que sepa combinar
diversos canales, tanto digitales como presenciales, que han llevado a que se
habla de presencia multicanal y omnicanal casi de forma obligada.
Digitalizarse supone a la vez
aprovechar nuevas formas de obtener información, como la gestión de datos
masivos (big data), con unas tecnologías que hacen cada vez más accesible la
ingente cantidad de información que se recaba en un entorno digital.
Una buena muestra del cambio
de tendencia hacia la digitalización es el crecimiento exponencial del número
de empresas start-up que se está dando en el ámbito
español. El componente digital como premisa está en auge, sobre todo si se
tiene en cuenta el empuje de la telefonía móvil y su utilización cada vez mayor
a la hora de navegar, comparar o comprar.
Respecto a los desafíos que
plante la digitalización, esta no solo está orientada a adaptarse al mercado y
a sacar el máximo provecho de las nuevas posibilidades de la tecnología para
aumentar los ingresos, sino que en un entorno de globalización y con unas redes
con carácter mundial, es importante protegerse de la ciberdelincuencia. Es un
mal que se ha convertido en una de las prioridades de cara al futuro de grandes
entidades, que alertan de que una digitalización de la banca, por ejemplo, debe
ir acompañada de mayores medidas de seguridad para el cliente. Garantizar que
el usuario trabaja y navega en un entorno seguro es esencial.
Por otro lado, diversas
instituciones apuntan que los directivos, sobre todo aquellos que más tiempo
llevan en el terreno empresarial, deben hacer más por implicarse en el mundo
digital. Así, por ejemplo, deben potenciar la orientación al cliente, entendida
como la capacidad para comprenderlos e interactuar con ellos en entornos
digitales para entender sus deseos.
La importancia de la
digitalización ya ha calado en la mayoría de las empresas, algo que se ve
potenciado además con el papel de asociaciones empresariales, clusters y
patronales, que cuentan con programas propios de impulso a la digitalización.
En conjunto, el proceso se hará más sencillo.
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