La decisión de los de Cupertino marca un
punto de inflexión en el debate entre seguridad y privacidad
El pasado
martes, un juez federal de Estados Unidos ordenaba a Apple a asistir al FBI para lograr
acceder al iPhone de uno de los terroristas deltiroteo de San Bernardino. La compañía se ha negado, en una
decisión que sienta un precedente importante en el camino para garantizar la
protección de la información y los datos personales de
los ciudadanos.
Apple no está
dispuesta a dar ningún paso que debilite la seguridad de su dispositivo
estrella o la protección de la privacidad de sus clientes y su negativa,
explicada extensamente en una carta publicada el martes, marca una línea roja en el
debate entre privacidad y seguridad que mantienen las grandes tecnológicas con
el gobierno de EEUU. ¿Hasta dónde pueden llegar las fuerzas de seguridad en sus
investigaciones?
conjuntamente
con las autoridades para recuperar información que pudiese esclarecer casos de
terrorismo y otros delitos, pero la petición formulada en esta ocasión por el
FBI ha provocado el “no” rotundo de los de Cupertino, que afirman que aceptar
tendría implicaciones que irían mucho más allá de este caso puntual.
¿Qué es diferente esta vez?
Lo que el FBI
solicita es el acceso a información que está incluso fuera del alcance de la
propia compañía. Pide la creación de una vía que permita romper la barrera de
seguridad con la que Apple ha blindado su dispositivo. ¿Cómo? A través de la
creación de una versión modificada de iOS, el sistema operativo de Apple, que
permita introducirse en el terminal.
Técnicamente,
los ingenieros de Cupertino podrían hacerlo, pero la compañía no contempla la
posibilidad. “Cuando el FBI nos ha pedido los datos que tenemos, se los hemos
facilitado. Apple acata las citaciones y las órdenes de registro válidas (...)
Pero ahora el Gobierno estadounidense nos ha pedido algo que simplemente no
tenemos, y es algo cuya creación creemos que es demasiado peligrosa. Nos han
pedido que creemos una puerta trasera para el iPhone”, relata Cook en la carta.
Esto implicaría,
como sostienen desde Apple, que a partir de entonces su dispositivo sería más
vulnerable. De llegarse a crear esa versión modificada del sistema operativo,
podría “en las manos equivocadas” servir para desbloquear cualquier iPhone sin
necesidad del código. Aunque las autoridades aseguren que su uso se limitaría
únicamente a este caso, no habría forma de garantizarlo.
¿Qué pasará ahora?
La decisión ha
iniciado un tenso enfrentamiento entre Apple y el FBI.
El Departamento
de Justicia respondía al “no” de Apple con la presentación de un texto legal en
el que acusa a la compañía de una falsa interpretación de la ley en la que las
autoridades basaban sus argumentos y de anteponer sus objetivos de marketing a
la seguridad nacional.
La compañía ha
de presentar su respuesta durante los próximos días.
Si Apple hubiera
accedido a la petición del cuerpo de seguridad norteamericano, a buen seguro se
hubiera visto obligada a hacerlo en más casos en el futuro.También en el caso
de posibles demandas desde gobiernos de otros países.
La reacción de otros gigantes tecnológicos
Tras la carta
firmada por Cook, muchas miradas apuntaron a Google. El CEO del buscador,
Sundar Pichai, salió al paso, también a través de Twitter, para respaldar la
decisión de Apple. Pichai afirmaba que pedir a las compañías que hagan posible
el ‘hackeo’ de los dispositivos es “un terrible precedente”. El cofundador de
Whatsapp, Jan Koum, también expresó su apoyo a la decisión de Apple a través de
su perfil en Facebook.
“Las compañías
de la Reform Government Surveillance creen que es extremadamente importante
disuadir a terroristas y criminales y ayudar a las fuerzas de la ley procesando
peticiones legales de información para mantenernos a salvo. Pero no se debería
requerir a las compañías que creen puertas traseras a las tecnologías que
mantienen segura la información de los usuarios”.
Aunque se trata
de un respaldo más tibio, pues no alude directamente a la decisión de Apple,
deja claro que muchos de los grandes nombres del sector están de acuerdo y
comparten la preocupación. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, tomaba posición
también retuiteando una publicación sobre en el comunicado enla que se defendía
la necesidad de un gran debate público sobre la cuestión.
El exagente de
la CIA, Edward Snowden, se refería al asunto en su cuenta de Twitter como el
caso tecnológico más importante en una década y apuntaba que la petición del
FBI crea un mundo en el que la gente tiene que confiar en Apple para ver
protegidos sus derechos y no al revés.
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