Bueno, pues hoy he visto “Troya” y os voy a
contar un poco.
La película va de un chiquín que le roba la
piba a un griego en su despedida de soltero y se monta la marimonda. Porque al
griego la chica se la trae floja, pero el código de los colegas es sagrado y
las novias se respetan.
Entonces Menelao se pasa por Troya con todos
sus primos a por un poco de diálogo. Con ellos va Aquiles, que se baja de la
barca en marcha y entra en la playa con una patada voladora. Están los griegos
sacudiéndose todavía la arena de las chanclas y él ya ha sembrado una hectárea
de hostias y se ha montado la jaima.
Lo que pasa es que los otros griegos más que
a matar van a poner a parir, así que están los dos bandos como dos chirigotas
rivales. La mayoría de las batallas son al mejor sarcasmo. Al Paris le dicen
que es un somiérdago y un manflorita, que se asome a la muralla que le van a
cantar los clavelitos. Que al final tiene que bajar el hermano mayor a ver qué
pasa, que a él no le vacilan porque ha hecho la mili en Ceuta.
Luego la guerra la van dejando. Aquiles dice
él no lucha si no se lo piden porfa, que se queda en su tienda tirándole el
jabón a Patroclo. Agamenón no hace más que probarse vestidos porque no termina
de verse guapa para el saqueo, y el rey de Troya está sentado con cara de no
saber si se ha tirado un pedo o se ha hecho caca, que es lo que le da la
calidad a la película.
El maquillaje es muy bueno porque no hay
griego calvo ni con el rizo inerte, y el guión está muy bien porque los jefes
quedan para pegarse y los soldados hacen corro y aplauden. Ahí el que se muere
es porque no se cuida el colesterol.
Te la recomiendo si te gusta cantar los
clavelitos o no cuidarte el colesterol.
Comentarios
Publicar un comentario