Analizamos los
últimos sistemas operativos de Apple y Google
Tras el
lanzamiento del iPhone 7 vuelve a la palestra el viejo debate sobre si tiene
sentido comprar un teléfono de Apple. Es un hecho innegable que si nos fijamos en sus características puramente técnicas el iPhone
es absurdamente caro. Tanto es así que es posible comprar por unos 300
euros algunos teléfonos Android con unas características técnicas similares, e
incluso en ciertos aspectos superiores. No olvidemos que el modelo más básico
del iPhone 7 cuesta 769 euros.
¿Entonces que motivos
llevan a alguien a comprar un iPhone? Por muy absurdo que les parezca a algunos
el logo de la manzana y la estética de Apple, un aspecto
que cierto ha sido puesto en entredicho por el New Yok Times,
explican muchas ventas. Pero con frecuencia a la hora de comparar el iPhone con
sus competidores hay un factor del que no se habla tanto:
el sistema operativo.
Apple siempre ha
logrado ir un paso por delante en ese terreno. Cuando se lanzó en los ochenta
el primer Macintosh la empresa se sitúo a años luz de IBM. Sobre todo porque
dotó a la máquina de un sistema operativo mucho más amigable que el terrorífico
MS DOS de los PC. Aunque, eso sí, gran parte del mérito del primer sistema del
Macintosh estaba fuera de Apple, pues Steve Jobs se basó
descaradamente en las interfaces gráficas de usuario que había desarrollado
Xerox.
El sistema iOS
hasta la llegada de Android 4.4, que supuso una modernización clara y una
mejora en el rendimiento, era muy superior a su competidor. Entre otras cosas porque
por mucho que Google se empecinase en negarlo, Android en sus comienzos tenía
mucho de copia descarada de iOS.
Aunque hay una importante diferencia entre ambos: iOS es un sistema cerrado a cal y canto a aplicaciones que estén
fuera de la App Store, mientras que Android permite ejecutar aplicaciones
ajenas a su tienda, Google Play. Esto es una gran ventaja para Android, aunque
si el usuario opta por instalar aplicaciones fuera del control de Google
también deja las puertas abiertas a toda clase de malware.
El último salto
evolutivo de ambos sistemas, iOS 10 y Android 7, han llegado con pocas semanas de diferencia.
Desde la aparición oficial del sistema de Apple hemos estado probando ambos
durante una semana. El primero en un iPhone 6s Plus y el
segundo en un Nexus 5X. Dos teléfonos con un hardware similar y que
llevan en el mercado más o menos el mismo tiempo. Aunque, eso sí, sus precios
son muy diferentes. Hoy el Nexus 5X se puede comprar por menos de 300 euros en
algunas tiendas, mientras que sigue siendo difícil comprar el iPhone 6s más
básico por menos de 600 euros.
Rendimiento decepcionante en Android 7
Empecemos por lo
que nos ha llamado más la atención de Android 7 frente a iOS 10, y que de hecho
seguramente es lo que más interesa a la inmensa mayoría de usuarios: el
rendimiento. Teníamos muchas expectactivas puestas en Android 7 en este
sentido, pero la sensación ha sido negativa.Hemos experimentado con
frecuencia ralentizaciones del sistema. Por ejemplo, resulta
inexplicable el tiempo que tarda Android 7 en procesar una foto realizada en
modo HDR con la aplicación nativa de cámara.
En cambio iOS 10 funciona de forma más fluida. Esta es nuestro juicio
la principal brecha entre ambos sistemas. Es cierto que la diferencia de rendimiento no es abismal, pero se deja notar
claramente. Sobre todo cuando llevamos cierto tiempo usando Android con
varias aplicaciones abiertas sin reiniciarlo.
Entonces es cuando más se palpa
la frustrante sensación de que la pantalla del teléfono hay momentos en los que
no responde.
El LG V20 es el
primer teléfono que incorpora Android 7 de serie. (Lee Jin-man / AP)
Eso sí, si no ponemos contra las cuerdas a Android 7 las cosas funcionan
razonablemente bien. Pero los usuarios más exigentes harán bien en apostar
por teléfonos o tabletas con un hardware bastante avanzado si quieren que el
sistema no resulte irritante. En cualquier caso, no tiene sentido que un
teléfono de Google con un año de vida a sus espaldas no sea capaz de ejecutar
perfectamente su último sistema.
Siri mejora, pero Google sigue por delante
La principal
característica del nuevo Android es una innovación con la que ya contaban
algunos dispositivos gracias al software de sus fabricantes: la posibilidad de ejecutar dos aplicaciones a la vez en su pantalla. En iOS 9
y en iOS 10 está función también está disponible, pero sólo para el iPad.Hubiese sido bueno verla implantada en los teléfonos con pantalla
de 5 pulgadas y media de Apple. En nuestra opinión en la pantalla de
cinco pulgadas del Nexus 5X la multitarea no brilla demasiado. Por lo que los
que disfrutarán más de ella serán los que dispongan de teléfonos de mayores
dimensiones y, por supuesto, los usuarios de tabletas.
Siri ha mejorado
y ya es por ejemplo compatible con aplicaciones como WhatsApp, pero aún sigue teniendo mucho camino por recorrer frente al
reconocimiento de voz de Google. Sobre todo porque es menos inteligente.
Aquí se dejan notar los avances en inteligencia artificial que Google está
realizando.
De hecho, en una
visita hace unos meses a la sede de la empresa en Zurich pudimos comprobar
hasta que punto está avanzando el sistema de reconocimiento de voz gracias a la
tecnología DeepMind de Google. Mientras que a Siri hay que explicarle con
cierta precisión lo que queremos hacer, Android sin embargo al pronunciar el
famoso OK Google es capaz de entendernos fácilmente. Eso sí, la
velocidad a la que podemos hablar a ambos asistentes se ha igualado bastante.
Mejores notificaciones en ambos sistemas
Respecto a las
notificaciones, estas han evolucionado de forma muy similar en los dos sistemas
operativos. Ahora es posible desde ambos responder a mensajes de WhatsApp y
otras aplicaciones e interactuar con algunas aplicaciones. Aunque iOS 10
se pone un paso por delante de Android en este aspecto gracias a los widgets que incorpora en su centro de notificaciones.
Unos widgets que por cierto no hay que confundir con los
que incorpora el escritorio de Android. Apple misteriosamente sigue negándose a
incluir esa característica en su sistema operativo.
Algo que Android
7 copia de iOS es la posibilidad de elegir los permisos que damos a las
aplicaciones para acceder al sistema. Una característica de seguridad que
muchos esperaban. Pues es bastante frecuente comprobar
el abuso que hacen algunos desarrolladores al solicitar acceso a funciones que
no tienen nada que ver con la aplicación.
Un aspecto en el
que iOS 10 copia a Android, y este a su vez lo hizo antes con Windows Phone, es
añadir soporte a las fotos en formato RAW. Si se cuenta con un iPhone con una
cámara de 12 megapíxeles es posible hacer fotos en RAW con aplicaciones de
terceros y los
resultados son excelentes. Esto se introdujo en la versión 6 de
Android, aunque su implantación ha sido desigual.
Otro aspecto en
el que Apple no quiere no quedarse atrás es en la organización de las fotos y
vídeos. La aplicación Fotos ha sido mejorada para parecerse a Google Fotos.
Aunque, al igual que sucede con el reconocimiento de voz, Google sigue yendo
por delante de Apple en la gestión de la información visual.
Finalmente, un
aspecto del que no se ha hablado lo suficiente es que Apple por fin permite desinstalar algunas aplicaciones que vienen
por defecto con el teléfono. De hecho podemos eliminar todas a excepción
de Wallet, Mensajes, Cámara, Fotos y Salud. Algo que pone en aprietos a
Android. De hecho la empresa tiene un frente abierto con la Unión
Europea por no permitir desinstalar del sistema operativo estas aplicaciones.
Conclusiones
En definitiva, iOS 10 es a día de hoy el mejor argumento para comprar un iPhone.
Siempre, claro, que no queramos tener la libertad de usar software al margen de
la App Store. Android 7 es un buen paso hacia adelante, pero peca de cierto
conservadurismo. Sobre todo se echa de menos que Google
haya hecho un mayor énfasis en mejorar el rendimiento.
Eso por no
hablar del principal problema de Android hoy por hoy: su índice de implantación
es extremadamente lento. De hecho, muchos de los que hayan comprado un teléfono
Android en los últimos meses se sentirán frustrados al no poder usar nunca la
nueva versión del sistema.
Entre las
principales pegas que podemos ponerle a iOS es que siga insistiendo mediante
mensajes en que actualicemos el sistema. Algo queen ciertos
dispositivos con algunos años a sus espaldas es más un problema que una
solución. Apple también debe tomarse más en serio la inteligencia
artificial, pues en Google está trabajando tan a fondo ese
aspecto que pronto quizá sea demasiado tarde para alcanzarles.
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