La app utiliza
un sistema de cifrado que evita que las conversaciones puedan ser vigiladas
A Google le han
aguado la fiesta en el estreno de Allo, la
nueva aplicación de mensajería con la que quiere competir con WhatsApp.
La razón no es que WhatsApp haya lanzado una nueva función, como la de replicar
mensajes en grupo que fue presentada hace pocos das, o que Telegram o Snapchat
se hayan sacado algún as de la manga.
El aguafiestas
ha sido Edward Snowden. El ex agente de la CIA y experto en seguridad
informática ha alertado
sobre el uso de nuestra información que hace la app. La razón está
en que por defecto todas las conversaciones que mantenemos quedan
registradas para siempre en los servidores de Google. Al no ser que
activemos para una charla concreta un modo que asegura la privacidad.
A pesar de las
garantías que puedan dar los de Mountain View sobre el uso de esos datos, a
buen seguro que no resultará precisamente atractivo para
muchos saber que sus charlas están siendo archivadas. Pero Snowden no
sólo critica la seguridad de Allo, a la vez propone una alternativa segura: Signal.
Esta aplicación
de mensajería ha sido creada por el grupo de desarrolladores Open Whisper
Systems. Estos han programado un software de encriptación que constituye el
núcleo de Signal. Aunque Facebooktambién ha
decidido implantarlo en Messenger, su servicio de mensajería.
Eso sí,
Messenger sólo usa la encriptación si el usuario la activa. Algo que no sucede
con Signal. Además, la nueva función no está disponible aún para todos los
usuarios del servicio de Facebook.
La gran ventaja
de Signal sobre la competencia es que los mensajes que se envían
están encriptados de extremo a extremo. Con lo que nadie puede leerlos.
Ni tan siquiera los propios responsables de Signal. El principal problema del
servicio, como suele suceder con otras aplicaciones de mensajería minoritarias,
es que aún son pocos los que la usan.
Al probar en La
Vanguardia la aplicación y buscar contactos en la agenda de un teléfono con
cientos de ellos, sólo seis aparecían como usuarios de Signal. ¿Qué sentido
tiene entonces utilizar una aplicación tan minoritaria? Hoy por hoy su uso puede tener sentido para crear grupos de trabajo en los que
la confidencialidad de las conversaciones sea importante.
Eso sí, la
aplicación es bastante minimalista en cuanto a funciones. Es posible por ejemplo
enviar fotos y vídeos, pero no archivos adjuntos. Tampoco hay posibilidad de
crear stickers ni emoticonos de gran tamaño. Aunque se pueden crear grupos.
También es posible realizar llamadas entre dos usuarios de la
aplicación. Algo que resulta especialmente interesante
porque, al igual que sucede con los mensajes, el sonido de las llamadas
también está encriptado.
Actualmente
Signal está disponible para Android y para iPhone, pero no cuenta con versiones
con las que acceder a ella con una aplicación para ordenador. Tampoco es
posible usarla desde un navegador, como sucede con WhatsApp, Telegram o
Messenger. Pero para algunos quizá todo eso sea lo de menos si saben que sus
conversaciones se encuentran a buen recaudo.
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