La imagen de perfil de
una persona en las redes sociales es la primera puerta que se encuentran
aquellos que lo buscan. Esa fotografía a menudo es la provoca que el internauta
entre a conocer el perfil o pase de largo. Es clave en páginas de contactos,
pero aún lo es más en las plataformas profesionales como puede ser LinkedIn. Una buena foto permite destacar sobre el
resto y que llegue la oferta deseada.
Koka Sexton, un extrabajador de dicha red
social, ahora se ha puesto al frente de su propia compañía, Social Selling
Labs, y ha querido echar una mano a los usuarios de LinkedIn. Para ello ha publicado en su blog una lista de
los ocho mayores errores que se pueden cometer a la hora de elegir una foto
de perfil.
1- La imagen antigua
Sexton
recomienda que hay poner una imagen reciente por mucho que al usuario le guste
una imagen antigua donde sale favorecido. Esas fotografías deben guardarse en
el archivo del ordenador o en un álbum físico, pero no como carta de
presentación a la hora de buscar trabajo. “La imagen debe ser reciente para que
vean el verdadero ser”. No hay nada peor que llegar a una entrevista de trabajo
y que descubran por sorpresa que la persona es diez años mayor de lo que
aparenta en la red social.
2- Las sombras artísticas
“Hay que evitar
por completo fotografías donde apenas se vea la cara por las sombras”, comenta.
Las imágenes “melódicas” o pasadas por PhotoShop para darle un toque artístico
no son las más ideales para buscar una oportunidad de negocio.
3- Las fiestas del fin de semana
En los consejos
de Sexton se recuerda que está muy bien tener una vida social divertida, todo
el mundo ha tenido sus momentos de lujuria, pero LindekIn no es la plataforma
adecuada para mostrar esas fotografías.
4- Esto no es Tinder
“Si cree que su
imagen podría funcionar bien en una web de citas, entonces es que es
absolutamente incorrecta para LinkedIn”. Hay que dejar a una lado las poses
sensuales o provocativas, aquí prima reflejar el profesionalismo que la persona
ofrece. Generar confianza de primeras puede abrirte la puerta a un nuevo
trabajo.
5- El ceño fruncido
Aparentar
enfados o posar con un rostro furioso no ayuda nada. Hay que tratar de salir en
la foto de perfil con una expresión de amabilidad. “El que está al otro lado
quiere conectarse con una persona, no con un monstruo”.
6- No sin mi perro
“A no ser que usted
sea veterinario considere la posibilidad de cambiar esa imagen de sí mismo
posando con su gato o su perro”, apunta Sexton. Mucha gente tiene la creencia
que salir con su mascota puede darle un toque de ternura al perfil, pero en
LinkedIn se busca un aspecto profesional ante todo.
7- La selfie
La moda de las
selfies ha acaparado la inmensa mayoría de redes sociales. Quien más y quien
menos tiene alguna autofoto en su cuenta de Instagram o Facebook. “Es evidente
que cuando se sale con el brazo estirado para hacerse la foto se percibe que es
la cuenta de un aficionado”, matiza el extrabajador de la red social. No todos
pueden permitirse una sesión con fotógrafos profesionales, pero como mínimo hay
que intentar que un familiar o amigo sea el que apriete el botón de la cámara.
8- Lo peor: no poner foto de perfil
Sexton tiene
claro que la clave del éxito es agradar con la primera apariencia que se ofrece
en la imagen de perfil y no hay que permitirse el lujo de dejar la silueta que
viene predeterminada. “Las posibilidades de ser vistos son 11 veces más altas
cuando se tiene una fotografía”, sentencia.
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