Tras su éxito
como innovadora de Windows, la evangelista tecnológica nepaloamericana predica
la buena nueva de la revolución holográfica en el IESE de Barcelona
Si usted ha
usado Windows alguna vez, como 1.500 millones de
personas, ya conoce a Dona Sarkar, porque es una de las ingenieras que más ha
influido en su concepción y, a juzgar por su carrera, en sus aciertos desde que
la cúpula de Microsoft confiara en ella. Y la firma de Seattle sigue apostando
por la ingeniera Sarkar para sacarnos a todos de detrás de las pantallas y
diseminar las imágenes, la información, las conversaciones, los mapas...
Virtualmente por todas partes: en la pared, mesa o superficie más próxima.
Porque Sarkar, a
los 36 años es una veterana en la jovencísima comunidad tecnológica, pero
también la reina madre del equipo que diseña el holograma del futuro: “Muy pronto –me
explica con una sonrisa enorme– nos reiremos de aquellos años en que vivimos
agazapados tras pantallas de todos los tamaños hablando con los seres queridos
con textos tecleados por los pulgares”.
La inventora nepaloamericana hizo el jueves el gran anuncio de su
carrera en Barcelona ante un auditorio repleto de empresarias y emprendedoras
de todo el mundo, convocado por las alumnas del MBA de Iese: “Está muy cerca el
día en que las conversaciones digitales van a volver a ser cara a cara”. La tecnología holográfica ya está aquí en los laboratorios y
Sarkar trabaja ahora, como ha explicado a La Vanguardia en La Contra que será
publicada en breve, en el sistema operativo que lo haga posible.
Frente a sus
competidores varones, que no suelen destacar por sus dotes comunicativas, la
ingeniera Sarkar deslumbra en los escenarios por su soltura y despreocupada
seguridad en el manejo de las nociones informáticas más avanzadas. Es una techie con glamour que se ha convertido en la
gran baza de Microsoft para contrarrestar la enorme popularidad de Mark
Zuckerberg, quien ahora juguetea con la idea de entrar en política, y de los
gurús de Google.
Dona es la evangelista tecnológica alternativa y, si los californianos sustentan su
popularidad sobre una alfombra de increíbles beneficios crecientes, Sarkar,
desde la progresista Seattle, se ha distinguido por su generosidad globalizada
al compartir los suyos con mujeres a las que enseña a programar en Nigeria y
Kenia.
Y es que Sarkar
ha vivido las dificultades de integrarse desde un país pobre en la gran familia
planetaria de la innovación tecnológica: “Aprender a codificar –resume– es hoy
en el Tercer Mundo lo que en el siglo pasado fue aprender a leer: el mejor
medio para que las mujeres descubran su poder”.
La ingeniera
sabe de qué habla, porque su padre es un campesino nepalí que emigró a Estados
Unidos con un propósito muy claro: que sus hijas tuvieran una educación
reservada en su país de origen a los varones más ricos. “Mi padre fue el primer
feminista de nuestra familia y me acostumbró a leer con él The Wall Street
Journal, así me convenció de que no renunciara a nada por ser mujer”.
Dona supo
aprovechar la oportunidad de sus padres: desde que llegó a EE.UU. en edad
escolar se concentró en las matemáticas y la tecnología. Se matriculó, además,
en un taller de escritura y ha publicado desde entonces cuatro novelas.
“Reconozco –admite con humor y modestia– que no he logrado que todos mis
personajes parezcan reales y que algunos pueden hacer reír más que sonreír”.
Tras recorrer
como becaria los cuarteles generales de las grandes tecnológicas de Seattle,
fue fichada por Microsoft en el 2005 y volvió a demostrar su valía con su
versión libre del software de AutoCAD que revolucionó el diseño y lo hizo
accesible a profesionales de todos los países en desarrollo.
Esa fue su carta
de presentación en la industria de la moda y empezó a estudiar diseño textil en
sus ratos libres y a darle soluciones informáticas a los problemas que se le
iban presentando como diseñadora: “Me pareció –explica– que se podía ahorrar
mucho tiempo y esfuerzo de pruebas y rectificaciones si era capaz de hacer que
el ordenador simulara antes todos los cortes posibles de una pieza”.
Mientras tanto,
llegó a desarrolladora líder de Windows Vista, porque había demostrado su habilidad
para transformar en humanas y accesibles complejas soluciones técnicas. “Si una
innovación no sirve para todos –razona ahora– no es innovación, sino engorro”.
Así simplificó y puso al alcance de los usuarios las integraciones del
Bluetooth y el Blu-ray en millones de ordenadores de las oficinas y hogares de
todo el planeta.
La ingeniera
Sarkar es desde julio la nueva jefa del prestigioso Windows Insider Program, sustituyendo
al ingeniero Gabe Aul.
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