El ‘New look
Chanel’, el sueño de Valentino, las diosas egipcias de Elie Saab...
La Semana de la Alta Costura de París
primavera/verano 2017 ha dejado
tras de sí numerosos desfiles y anécdotas que quedarán para la historia. Estas
son algunas de ellas:
El jardín de las
delicias envenenadas de Dior
Maria Grazia
Chiuri tenía el listón muy alto. En su primer desfile el pasado septiembre para
Dior cautivó al público con la fuerza de sus diseños. “Todas deberíamos ser
feministas”, un mensaje que en este momento viene como anillo al dedo pero que
para aquel entonces también era muy coherente, ella era la primera directora
creativa mujer de una firma con tanta historia como Dior.
Esta vez su reto
pasaba a otro nivel, el de la Alta Costura, un terreno que conoce muy bien
después de 15 años al mando de Valentino junto a su compañero y amigo Piccioli.
Quizás ese fue su gran fallo, entender a Dior con los mismos parámetros con los
que entendía a la firma italiana.
El bosque de
ninfas que presentó guardaba demasiados elementos en común con Valentino. Mucha feminidad y romanticismo. En
exceso teniendo en cuenta las líneas generales de la firma. Un terreno un tanto
arenoso para una firma del estatus de Dior.
‘New Look
Chanel’
Chanel había
recibido bastantes críticas en sus últimas apariciones. ¿Aburrido? ¿Más de lo
mismo? ¿Predecible?. La maison francesa necesitaba reinventarse y dar un aire fresco a sus diseños.
Lagerfeld no desterró el tweed pero le dio una nueva forma. Algo así
como el ‘New Look Chanel’.
Cinturas muy
marcadas, los clásicos trajes...El desfile fue de menos a más hasta que llegaron los diseños
cargados de brillos. Los metalizados destacaron por encima del resto y los
volúmenes y el plumaje, algo bastante inusual en Chanel, también se
convirtieron en protagonistas.
Lily Rose Depp,
musa de la firma, cerró el desfile con un diseño en rosa palo cargado de
volumen, y lo hizo de la mano del káiser alemán. Generaciones totalmente
diferentes se abrazan para dar lugar a la nueva era Chanel.
La diversidad se
apodera de Vetements
La ropa de Demna
Gvasalia se encuentra a otro nivel. Un estilo streetwear muy difícil (o fácil) de describir.
Fácil porque sencillamente se podría decir que es feo. Y difícil porque existe
un mensaje muy potente detrás de esos abrigos imposibles y sudaderas
extra grandes.
En su segundo show en
el marco de la Alta Costura de París (curioso, ¿no?) lo que más ha llamado la atención han
sido los modelos. Desde una mujer mayor estilosa con su abrigo de visón de hace
50 años hasta un militar, pasando por modelos de estética punk y un hombre con
sus 60 años y sus clásicos pantalones de pana. La diversidad en la pasarela es una
demanda que falta por cumplir. Vetements quiere dar ejemplo y esta es la mejor
manera para llamar la atención: que
no hablen de tu ropa pero sí de ti.
Érase una
vez...Valentino
Pierpaolo
Piccioli quiso hacer soñar a los asistentes. Una pretensión un tanto atrevida,
pero si alguien puede conseguirlo ese es Valentino. Era la primera colección de Alta Costura del
diseñador en solitario, quiso volver a los inicios y trajo de vuelta a los
mitos y leyendas griegas.
Líneas puras.
Diseños sobrios. Ausencia total de accesorios que desvíen la mirada del
público, la importancia recae en la prenda, claro. Los vestidos de corte recto
y las túnicas llenas de plisados que lucieron firmes las modelos llenaron de
elegancia y distinción la gran Place Vendôme de París. Un nuevo comienzo para
Piccioli a lo grande.
El regreso de
Schiaparelli
Bertrand Guyon
estudió minuciosamente los diseños originales de “la artista italiana que hacía
ropa”, como la llamaba Coco Chanel, para la vuelta de la firma a la Alta
Costura. Elsa Schiaparelli, la amiga de los surrealistas y responsable del
término ‘Shocking’ para definir ese rosa fucsia que le traía recuerdos del
jardín en el que pasó su infancia. La
langosta de Dalí salió de nuevo a pasear, junto a las siluetas enfrentadas en
las chaquetas y las formas troqueladas en los tejidos.
Guyon no quiso
arriesgar demasiado y buscó el equilibrio con los patrones de las prendas, que
trajo a la actualidad: chaqueta bomber, botas XXL, toreras estampadas. El diseñador
salió indemne del reto parisino: mejor
aprobar discretamente que pasarse de frenada. El legado que tiene entre manos
no es fácil de manejar.
Egipto toma
fuerza
Elie Saab ha querido rendir tributo a la época
dorada del mundo árabe a través de unos diseños inspirados en las reinas del antiguo Egipto. Vestidos de
seda con más de 5.000 lentejuelas y cristales bordados a mano. El diseñador
libanés explicó a Vogue que las costureras pasaron 140 horas de trabajo solo en
los adornos.
Elie Saab se
caracteriza precisamente por la ornamentación de sus diseños, siempre plagados
de pedrería y mucho brillo. Como no podía ser de otra manera, los dorados fueron los absolutos
protagonistas. Las cinturas marcadas por pequeños cinturones combinadas con
túnicas largas o capas trasladaron a los asistentes directamente a la época.
Comentarios
Publicar un comentario