¿Tienes montones
de imágenes desperdigadas por discos duros y en internet?
Hace pocos días fue noticia
que la fotógrafa profesional Johany Jutras había perdido prácticamente todas
sus fotos cuando unos ladrones robaron en su casa. Entre otras cosas se llevaron los discos duros en las que las almacenaba.
El problema es que Jutras no disponía copia de ellas en
la nube. Dispara unas cinco mil imágenes por semana en formato RAW. Ese
tipo de archivo no es compatible con muchos sistemas de almacenamiento en la
nube y además su peso en bits es grande. Hubiese tenido que hacer un fuerte
desembolso económico, y tener mucha paciencia, para trasladar su archivo a
internet optando por un servicio compatible con fotos RAW. Como es el caso de
Dropbox.
Lo que le ha
pasado a esta fotógrafa ha llegado ser noticia en los medios de comunicación
por la magnitud del desastre. Pero lo cierto es que a diario millones de personas en todo el mundo pierden fotos que han hecho y que no supieron
almacenar. Sí, aunque parezca mentira la paulatina extinción de los álbumes de
fotos en papel está provocando que cada vez tengamos menos control sobre nuestras
fotos. Sobre todo a largo plazo.
Muchos discos
duros, discos ópticos y memorias USB no superan los 10 años de vida. Por otra parte, no es
seguro que ningún servicio de almacenamiento de imágenes vaya a durar
eternamente. Hay varios ejemplos que demuestran que la nube no es un sitio
demasiado seguro.
Se viene
diciendo desde hace meses que Flickr, propiedad de Yahoo, podría tener los días
contados debido a la mala situación por la que pasa la empresa. También es
conocido el cierre inmediato que sufrió hace años MegaUpload por el FBI. Sus usuarios nunca pudieron
recuperar los datos guardados.
Por eso, la
mejor forma de no perder ninguna foto es optar por unasolución combinada:
guardar nuestras fotos en discos duros, pero también en la nube e imprimir en
papel las más importantes. Estas son algunas recomendaciones para lograr salir
airoso fácilmente de ese reto.
1. No guardes tus fotos en el disco duro interno del ordenador. El disco duro de un PC o de un Mac no es un buen sitio para almacenar
las fotos. Estas pueden quedar a merced de cualquier catástrofe que sufra el
sistema. Si las guardas ahí sólo deberían estar almacenadas en ese disco
temporalmente, sobre todo si se trata de un ordenador portátil.
2. Usa discos duros externos de calidad. Es
bueno que el disco duro que vayamos a usar para almacenar las fotos sólo
contenga fotos y que lo dejes en casa a buen recaudo. Es mejor optar por uno de
3,5” que por uno 2,5”, y mejor si es de los que incorpora su propio sistema de
alimentación sin depender de la energía que suministre el ordenador por un
cable USB. Eso lo hace menos susceptible a fallos y podrás optar por modelos más
veloces si es un disco
duro magnético (de 7.200 rpm en lugar de 5.400 rpm que es lo normal en discos
duros de 2,5”). Un disco SSD será una buena opción en cuanto a velocidad, pero
su vida útil puede ser más reducida. Si lo usas haz copias de seguridad con más
frecuencia.
3. Haz copias de los discos duros. Debes
tener en cuenta que estamos hablando de gastar unos 200 euros como máximo. Seguro
que tus recuerdos merecen esa inversión. Si llega un día en el que hay un
desastre, te darás cuenta de que este será un dinero extraordinariamente bien
invertido.
4. Intenta ser organizado al descargar las fotos. Crea una carpeta por cada año, y opcionalmente una por cada mes, y
ponles el nombre de la fecha en las que las descargaste. También una breve
descripción de las imágenes que guardas. Si en la tarjeta de memoria hay fotos
de temas muy dispares crea varias carpetas por cada tema. Asegúrate también que
la cámara o teléfono que uses esté almacenando correctamente la fecha de la
toma en las fotos. Eso te ayudará a localizarlas.
5. Usa un programa de catalogación de imágenes. Si usas un Mac la aplicación Fotos que viene por defecto puede ser
suficiente. Si usas Windows 10 también puedes usar la aplicación del sistema
para gestionar imágenes. Si te tomas más en serio la catalogación de imágenes
puedes usar muchos otros programas. Aunque los que nos parecen más
recomendables son Bridge y Lightroom, ambos de Adobe.
7. Usa Google Fotos para hacer copias de seguridad. El mejor sistema actualmente para los que no quieren invertir dinero
en sus copias de seguridad en la nube es Google Fotos. Una de las razones
fundamentales es que admite ficheros en formato Jpeg y RAW (aunque estos
últimos los guarda como Jpeg) y que el almacenamiento es ilimitado siempre que
las imágenes no superen los 16 megapíxeles (si las fotos tienen más resolución
las reduce a ese tamaño). Los vídeos se guardan con una resolución máxima de
1080p. Aunque las imágenes se comprimen ligeramente, apenas notaremos el
cambio. Así que lo mejor es usar la aplicación de Google Fotos para móviles y
ordenadores que hace una copia de seguridad de las fotos y vídeos al
conectarnos a una red Wi-Fi. Además, Google Fotos cataloga estupendamente las
imágenes que hacemos gracias a su tecnología de inteligencia artificial.
8. Saca copias en papel,
vuelve a tener un álbum. Tus fotos más importantes deberías imprimirlas de vez en
cuando y catalogarlas como toda la vida se ha hecho: en el clásico álbum.
Intenta informarte de si el laboratorio al que las llevas trabaja con un
sistema de inyección de tinta o si dispone de un máquina de revelado
fotoquímica para imágenes digitales. Lo segundo asegura que las fotos tengan mayor
duración.
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