El nuevo aspecto
de pantalla permite ver más elementos sin que sufran nuestras manos o bolsillos
Tras las
filtraciones de las últimas semanas, poco quedaba por saber sobre cómo sería el
próximo smartphone de gama alta de LG. Únicamente faltaba la confirmación. La
compañía surcoreana ha presentado esta mañana en Barcelona su LG G6, que cuenta
con una pantalla de 5,7 pulgadas con resolución QuadHD+ ocupando casi todo el
frontal del dispositivo.
Esta es la
principal novedad y el reclamo que el fabricante ha querido destacar en su
presentación: una pantalla más grande sin que ello implique un teléfono más
grande, reduciendo los márgenes.
La pantalla
ofrece 2.880 x 1.440 píxeles de resolución y un ratio de pantalla 18:9 con la
que LG quiere mejorar la experiencia en el modo multitarea.
Además de los
cambios de diseño relacionados con la pantalla, LG ha optado por mejorar la
calidad de los materiales.
Esta era una de
las demandas que cada año apuntaban los analistas como necesarias para que el
teléfono igualase a nivel de diseño al resto de dispositivos de su categoría.
Ahora el dispositivo ha sido fabricado con un cuerpo de cristal (Gorilla Glass
5) y un marco de aluminio.
El LG G6 gana
también resistencia al agua. El sensor de huellas se mantiene en la parte
trasera del terminal, por debajo de la cámara. Esta ahora no sobresale,
quedando más integrada en el cuerpo del terminal.
Se mantiene la
apuesta por una cámara dual. Dos lentes (una de ellas gran angular con apertura
f/2.4, la otra con apertura f/1.8) y dos sensores de 13 megapíxeles. La cámara
del LG G5 fue una de sus características mejor valoradas, así que el fabricante
ha querido mantener la misma filosofía limitándose a introducir algunas
mejoras.
Una de las
novedades en el apartado fotográfico es el modo Square, que llega gracias al
ratio 18:9 de la pantalla. Con esta funcionalidad, el usuario puede sacar una
foto cuadrada (1:1) mientras ve cómo han quedado las fotos anteriores.
En su interior,
el LG G6 incorpora un procesador Qualcomm Snapdragon 821. En los meses previos se especuló
en diferentes portales especializados con la posibilidad de que el smartphone
estrenase el nuevo Snapdragon 835, más potente, pero finalmente no será así (y
parece que, como avanzaba Forbes, Samsung podría estrenarlo en exclusiva).
El chip va
acompañado, igual que en el modelo anterior, de 4GB de RAM y 32GB de almacenamientos, ampliables vía microSD hasta
2TB.
La batería es de
3.300 mAh, algo mayor que la del LG G5. Este era uno de los pocos aspectos en
los que el termina no llegaba al sobresaliente en los análisis de los distintos
portales especializados. Ahora la marca lo mejora sobre el papel, a falta de
conocer su rendimiento.
Con el G6, la
firma surcoreana pone fin a su breve apuesta por un diseño modular. Así, la que
fue una de las características diferenciales de su antecesor, desaparece en el
nuevo modelo.
En una jornada
previa al inicio del Mobile World Congress un tanto atípica, tras la
confirmación por parte de Samsung de que en esta edición no se lanzará su nuevo
Galaxy (siempre la estrella del evento en los últimos años), LG tiene la
oportunidad de ganar protagonismo para su teléfono.
El objetivo no
es otro que seguir siendo una de las marcas de referencia en un sector , el de
los smartphones, que el pasado año vendió cerca de 1.500 millones de unidades
según datos de Gartner, un 5 % más que en 2015.
Un diseño más
premium, una pantalla mejorada que reduce casi al máximo los márgenes en el
frontal, una cámara que continúa la buena línea del modelo anterior y una
batería mayor son las características con las que el smartphone de LG competirá
para consolidarse como uno de los dispositivos más completos del año.
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