Los diseñadores aprovecharon
el escenario para lanzar sus mensajes de protesta contra Donald Trump, el
villano más odiado de la actualidad
La moda puede llegar a hablar
por sí sola, pero a veces necesita un pequeño empujón para amplificar la fuerza
de su mensaje. La Semana de la Moda de Nueva York ha
sido una muestra de ese impulso, y es que muchos diseñadores han utilizado la
pasarela como plataforma de protesta contra las
políticas de Donald Trump.
A través de camisetas con
mensajes o prendas de ropa simbólicas, las grandes firmas han reivindicado los
derechos civiles y han criticado fuertemente la misoginia y el racismo del
nuevo presidente estadounidense, que ya se ha convertido -por méritos propios-
en el personaje más detestado de
la actualidad.
“The future is female”
El feminismo sin cortapisas se
hizo patente en el desfile del diseñador nepalí Prabal Gurung en el momento en
el que llenó la pasarela de camisetas al son de Imagine con
mensajes como “The future is female”, “Our minds/ our bodies / our power” o
“This is what a feminist looks like”.
Un recurso que ya utilizó en
la temporada pasada Maria Grazia Chiuri en su debut como primera diseñadora
mujer al frente de Dior, a través de la famosa frase “We should all be
feminist”, y que ha funcionado, entre los aficionados a la moda, como estandarte
de un movimiento que lucha por los derechos de las mujeres y por la igualdad de
género.
Además, cabe recalcar que
Gurung vistió a Michelle Obama en varias ocasiones y siempre ha mostrado
abiertamente el orgullo que significó para él haber vestido a una mujer como
ella. “Yo no estaría aquí si no fuera por ella. Solo en este país es posible
hacer realidad el sueño americano. Y así lo hizo Michelle, apostando por
marchas nuevas, de jóvenes inmigrantes”, asegura en un vídeo colgado en su
página web.
El número 44 y medio
Los diseñadores que hay detrás
de la firma Public School, Dao- Yi Chow y Maxwell Osborne, jugaron con frases
de la propia campaña de Trump convirtiéndolas en parodias como “Make America
New York” o “We need leaders”.
Concretamente las gorras de la
colección de street-wear que presentaron cuentan con dos peculiaridades.
Primero, el mensaje de “Make America New York” que significa, en palabras del
propio Maxwell Osborne, “Nueva York es sinónimo de diversidad. Es una ciudad
plural, es un sentimiento de unidad. No solo Estados Unidos debería hacer suyo
el sentimiento de Nueva York, todo el mundo debería hacer suyos los valores de
esta metrópoli”.
Osborne es descendiente de
emigrantes jamaicanos y Chow de emigrantes chinos, por lo que las políticas excluyentes
que planea el Trump les afectan directamente. En segundo lugar, en el lateral
de las gorras se puede leer un número: 44 1/2. El motivo de este grabado, según
Chow, es que “quizá haya gente que considere que Trump sea el presidente número
45 de Estados Unidos. Pero a nosotros no nos representa. No lo vemos como el
número 45. Por eso no le hemos dado el número entero y se ha quedado en 44
1/2”.
“People are people”
El nombre de Christian Siriano
se hizo conocido a nivel internacional en gran parte gracias al famosísimo vestido azul que Michelle Obama llevó en
la convención demócrata celebrada en Filadelfia en la carrera a las elecciones
presidenciales en la que apoyó a Hillary Clinton. Pero no todo quedó en eso: el
diseñador estadounidense también es conocido por tener en cuenta que no todas
las mujeres tienen la misma talla (pequeña).
Para su colección
otoño-invierno 2017/18, que presentó esta semana en la pasarela de Nueva York,
diseño una camiseta que llevaba impresa la frase “People are people”. Siriano
aseguró que el eslogan no respondía a ninguna cuestión política pero teniendo
en cuenta que reclama respeto para todso sí podría considerarse como tal. “La
camiseta trata sobre los derechos humanos, no se trata de política, se trata de
apoyar a todo el mundo, eso es lo que pensaba que era importante”, dijo a The
Hollywood Reporter.
“Nada que decir”
El joven fundador de la firma
Pyer Moss también aprovechó el escenario para denunciar un conflicto social. Lo
hizo cuando presentó su colección primavera-verano 2016 con botas salpicadas de
sangre, cintas en el cuello y muñecas y bolsos que recordaban a las fundas de
las pistolas. Unos elementos relacionados directamente con la brutalidad
policial de los Estados Unidos contra los negros.
“Soy negro, soy diseñador, vivo en un tiempo en el que
esto está pasando. Veo chicos más jóvenes que yo que están siendo asesinados
por adultos que utilizan el miedo como excusa”, declaró Moss a la agencia de
noticias AP.
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