El Mobile supera todos los récords y alcanza los 108.000 asistentes

El número de asistentes al Mobile World Congress crece un 7%

El Mobile World Congress (MWC) crece sin parar. Ha cerrado sus puertas de la edición del 2017 con la cifra récord de 108.000 asistentes, 7.000 más que el año anterior. El aumento de congresistas se hacía evidente en los pasillos superiores que unen los ocho pabellones del recinto Gran Via de Fira de Barcelona, donde se han tenido que incorporar unos controladores subidos a escaleras de árbitro de tenis y con un megáfono en la mano para ayudar a dirigir el alto flujo de congresistas en las horas punta.

En una edición sin huelgas ni imprevistos que hayan obligado a quitar el foco de la tecnología, la organización se ha podido centrar en reforzar los pequeños detalles que hacen de la feria una de las más valoradas por los congresistas internacionales llegados de todo el mundo.


“Ha sido una edición de récord y se ha reforzado la posición del MWC como evento más importante del sector de las comunicaciones móviles”, según el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman. En la feria han expuesto más de 2.300 compañías de la industria móvil pero también de sectores como el automóvil, las finanzas y la salud, demostrando que el Mobile se ha convertido en un escaparate que va mucho más allá de los teléfonos móviles y los operadores, los auténticos protagonistas en su origen.

El aumento de un 7% en el número de congresistas abre la incógnita de hasta dónde puede llegar el salón. Este año varias grandes empresas han pasado a tener dos plantas: abajo la exposición pública y arriba un lugar más relajado restringido al personal e invitados para reuniones privadas. Pese a que el recinto de Gran Via cuenta con un tamaño similar al de cuarenta campos de fútbol, el Mobile ocupa todos los pabellones, así que sólo se puede crecer hacia arriba.

El año pasado, al superar los 100.000 asistentes, parecía que alcanzaba su límite, pero queda claro que no ha tocado techo. Los expositores no creen que vaya a hacerlo a corto plazo aunque aumenten la altura de sus estands y la organización cree que hay margen de crecimiento.

La evaluación positiva de Fira de Barcelona va más allá de las cifras. El director general, Constantí Serrallonga, remarca que “no sólo importa el número de asistentes, también es relevante su calidad”. Cerca del 55% de los visitantes han sido altos ejecutivos, incluidos más de 6.100 consejeros delegados. En cuanto a la cobertura mediática, un total de 3.500 medios de comunicación y analistas del sector han informado de todas las novedades y presentaciones desde el congreso.

La presencia de los nombres más importantes de la industria tecnológica se refleja en el ajetreo registrado en la terminal corporativa del aeropuerto de El Prat. Entre el lunes y el jueves se operaron 343 vuelos privados, un 300% más que una semana cualquiera de febrero.

En el mar también se ha notado el congreso. El consejero delegado de una popular empresa de antivirus ha dormido en un megayate atracado en el Port Vell alquilado a la agencia This is Med, que también ha montado reuniones entre emprendedores en una goleta de madera con música en directo a la hora de la puesta de sol. Además de por mar y aire, también se han dejado ver por tierra las furgonetas de transporte privado de las principales marcas asiáticas llegadas de otros países europeos.
Más allá de los altos ejecutivos, un grueso importante de asistentes se ha alojado en habitaciones sin ventanas reservadas a través de Airbnb –40.000 según la compañía– en lugar de en hoteles de cinco estrellas y se han movido en transporte público.

La línea 9 de metro ha batido récord de usuarios un año y dos semanas después de su puesta en marcha. El estreno del año pasado se vio perjudicado por la huelga de los trabajadores de TMB. Esta vez ha alcanzado cifras que suponen el doble de validaciones de un día cualquiera. El miércoles fue la jornada de mayor uso, con 54.800 viajeros sin contar transbordos. El martes fueron 53.800 y el lunes 52.600. Descontando el pasaje habitual, TMB calcula que ha habido unas 20.000 entradas de congresistas y trabajadores relacionados con el MWC en las estaciones de Fira Gran Gran Via y plaza Europa de l’Hospitalet.

La organización insistió este año en la recomendación del metro como alternativa más cómoda para descongestionar la estación de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) de plaza Espanya. Aun así, el tren también ha incrementado el número de pasajeros y ha transportado un 21% más que en la anterior edición.

La ciudad ha superado la prueba con una nota excelente y las administraciones locales se muestran satisfechas por el éxito del Mobile. Ada Colau considera que “se ha dado un paso más en el posicionamiento de Barcelona como hub de start-up”.La alcaldesa de Barcelona celebra que la GSMA haya apostado por fortalecer la presencia femenina, que ha aumentado del 21% al 23%.

La alcaldesa de l’Hospitalet, Núria Marín, coincide en destacar el potencial del programa Women4Tech y valora que los congresistas hayan podido disfrutar de la capital y su área metropolitana sin ningún incidente. “El sector hotelero y de restauración de l’Hospitalet está más satisfecho que el año pasado”, concluye Marín.

Aún sin recuperarse del esfuerzo de estos días, hoy empieza el trabajo decisivo para las empresas presentes en el congreso. El personal de la catalana Opentrends cada vez que finalizaban una reunión o un encuentro informal de tarjetas apuntaban en un documento los datos básicos de la persona con la que habían hablado y la puntuaban de cero a cinco estrellas. Con las de máxima puntuación se pondrán en contacto hoy mismo para tratar de hacer rentable la alta inversión que supone estar presente en el salón.

Los trabajadores de Visyon, por su parte, ya tienen concertadas tres rondas de inversión para las próximas dos semanas “y otras cosas que no se pueden explicar hasta que no se cierren”, decía Xavier Conesa con una mezcla de felicidad y cansancio poco antes del cierre del salón.

La GSMA y Fira de Barcelona también pensarán desde hoy mismo en el futuro. El salón tiene garantizada su presencia en Barcelona hasta el 2023. El principal reto es mantener la calidad que cautiva a los visitantes y encontrar más espacio para el crecimiento sin morir de éxito.


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