Con un diseño en negro
metálico mate, su apariencia recuerda a la del iPhone 7, incluye cámara dual y
su punto fuerte es el precio
Cuando uno acude a ferias como
el MWC en Barcelona, Computex en Taiwán, o la
IFA en Berlín siempre es buena idea intentar alejarse durante un tiempo de las
grandes empresas que están presentes en estos eventos. Pues uno puede toparse
con otros productos de interés: es el caso del nuevo teléfono que hemos tenido la oportunidad de tener
una toma de contacto.
El domingo, antes de abrir las
puertas del MWC, una multitud de periodistas cubrían el evento de la nueva
división de telefonía de Nokia. Muchos hablaron positivamente del nuevo Nokia
6, fabricado y ya comercializado en China. Nos llevamos una sorpresa al
descubrir el Energy Pro 3, un
terminal con unas características, una apariencia y un precio similares al
Nokia 6.
Desde la empresa alicantina
nos cuentan que sus productos, como los de prácticamente todos los fabricantes,
son ensamblados en China pero hacen
por tenestandr un control importante desde España del diseño. Por lo que no
estamos ante los típicos terminales de marca blanca que pueden lucir varios
logos a la vez.
Lo primero que nos llamó la
atención de este Pro 3 es precisamente su sobrio y moderno diseño en negro. Se
ve realmente atractivo. No hay nada de plástico en este Energy, su construcción
es completamente metálica y se
siente bastante robusto. Un acierto importante.
Viene con Android 7 de serie y prácticamente
limpio, cuenta con un procesador de ocho núcleos ARM Cortex A53 de 1,5 Ghz de
velocidad. La memoria ram es de 3 gigas. Su almacenamiento es de 32 gigas,
aunque ampliable mediante tarjetas SD. El producto incluye un sensor de huellas
dactilares.
Entre las cosas que llaman la
atención del teléfono es su pantalla con cristal Dragontrail. Nada que no
hayamos visto antes, pero el
panel IPS de 5 pulgadas y media se ve bastante bien, aunque no tuvimos la
oportunidad de verlo a la luz del sol. Su
resolución es Full HD. Más que suficiente para la mayoría de usuarios. Eso y su
batería de 3.000 mAh parecen prometer una buena autonomía. Aunque eso,
evidentemente, no pudimos comprobarlo.
Otra de las cosas que
incorpora este Energy es una cámara dual de 13 megapíxeles con el popular
sensor Sony IMX 258 (PDF) y otra de 5 megapíxeles. La función que esta cámara dual cumple
es poder modificar el área enfocada en la imagen, simulando como en el caso del
Huawei P9 diversas profundidades de campo: desde f/0.8 hasta f/16. Los
resultados en la toma de contacto que tuvimos la ocasión de tener con el
dispositivo no estaban mal, aunque tampoco parecían perfectos.
También cuenta con un flash
duotono y permite la grabación de
las fotos como archivos RAW con la extensión DNG de Adobe. Algo que vendrá bien
a los que quieran exprimir sus fotos. La cámara frontal para selfis es de cinco
megapíxeles. La cámara no nos pareció excesivamente rápida, pero si tuvimos la
ocasión de comprobar que podemos acceder a muchos controles para afinar la
calidad final de la imagen.
Pero lo realmente importante
de este teléfono es su precio: 269
euros. Algo más caro que el Nokia 6, pero se da la circunstancia de que la
empresa alicantina ofrece una garantía de tres años. Un dato que puede decantar
la balanza para muchos.
En definitiva, a falta de probar más a fondo este
Energy parece que estamos ante un producto solvente, con un precio que no es
rompedor pero sí atractivo y que nos da la tranquilidad de saber que cuenta con
un soporte técnico cercano. De hecho, Energy está expandiendo un red de tiendas
por España.
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