El nuevo modelo de portátil de
gama profesional de Apple a la venta entre 1.500 y 3.200 euros. Seguramente la
mejor opción para los compradores creativos más exigentes.
Es difícil definir qué tipo de
profesionales deben optar por un ordenador con un apellido “Pro” como es el
caso que nos afecta. Para muchos, será suficiente con un MacBook normal o un iPad.
Aún así, existe un publico,
que necesita más, y para ese grupo de personas existen estos MacBook Pro de Apple. Una subgama de portátiles finos pero potentes y con una duración de batería
estratosférica que van desde los 1.500 hasta los 3.200 euros.
Analizamos el modelo superior,
de 15 pulgadas y con una barra táctil de función que Apple denomina TouchBar. A primera vista, no hay nada
que indique un cambio con respecto al modelo presentado hace apenas 8 meses,
pero las cosas empiezan a cambiar cuando lo empezamos a tocar.
El teclado ha sido mejorado,
con una sensación de golpeo más satisfactoria. Los mecanismos situados debajo
de cada tecla no llegan a dar una sensación de teclado mecánico —tampoco
generan tanto ruido— pero es un
avance notable.
El trackpad no ha cambiado. Sigue siendo uno de
los mejores elementos del portátil. Una superficie gigante y multitáctil donde
poder realizar gestos. Sigue estando a años luz de lo que encuentras en otros
ordenadores, y para muchos, uno de los elementos que los mantienen “atrapados”
comprando MacBooks.
Por ultimo la TouchBar tampoco ha cambiado con respecto al
modelo anterior. Sigue siendo está combinación de lector de huellas con una
pantalla táctil larga y fina situada sobre el teclado que sustituye a las
teclas de función tradicionales, para convertirse en un teclado virtual añadido
y dinámico que cambia con cada aplicación que utilicemos.
Toma unos días acostumbrarse,
pero es una solución imaginativa. Especialmente útil es el lector de huellas,
que elimina (opcionalmente) la necesidad de escribir nuestra contraseña de
acceso de forma constante y mantiene el ordenador cifrado y seguro. — Apple
ofrece una versión del MacBook Pro de 13” sin TouchBar, con teclas de función
tradicionales para los escépticos, pero todos los modelos de 15” la incorporan.
Un punto muy bueno, aunque
para algunos pueda ser secundario son unos excelentes altavoces situados a los
lados del teclado en el modelo de 15”, que producen un sonido excelente para un
portátil.
A nivel de rendimiento interno
nos encontramos con casi lo mejor de cada casa. Procesadores Intel de última
generación y unas tarjetas gráficas dedicadas Radeon
Pro en los modelos de gama
superior y unos procesadores incorporados Intel Iris Plus/Pro Graphics en el
resto.
Siguen sin tener opción para 32 GB de RAM, algo que quizá eche
atrás a algunas docenas de compradores que busquen algo más. Todos los modelos
de 13” vienen de base con 8 GB expandibles a 16 GB, que es la cantidad incluida
en los de 15”.
Los nuevos procesadores Intel
son ligeramente más rápidos, pero no mucho. Lo consiguen eso sí, mientras
mantienen una duración de batería excepcional de entre 8 y 13h en nuestro uso.
A día de hoy, ningún portátil con Windows realmente se acerca a estos niveles a
pesar de lo que digan los fabricantes. Llegas a olvidarte de que tienes que
cargarlo.
Hablando de carga, Apple sigue
apostando por USB Type C (con tecnología USB 3.1 y Thunderbolt
3). Lo hace de forma exclusiva con cuatro puertos idénticos. Cualquiera puede
ser utilizado para conectar el cargador, y cualquiera puede ser utilizado para
poner el cable de un monitor externo (o dos), conectar discos externos o demás.
El hecho de que todos sean
USB-C es una apuesta a futuro, pero hoy en día hará a muchos tener que tirar de
adaptadores. Apple mantiene aquí el puerto de auriculares tradicional, pero no
ha recuperado el de tarjetas SD.
Para acabar, la parte más
visual de cualquier portátil, la pantalla. Sigue sin llegar a tener resolución
4K, manteniendo los mismos 2.560 x 1.600 en los modelos de 13” y 2.880 x 1.800
en los modelos de 15 pulgadas. La pantalla eso sí, tiene una gama cromática y
una calidad que difícilmente podrás ver en otros portátiles.
Si trabajas con monitores externos, podrás utilizar
una pantalla 5K (dos en el modelo de 15”) o dos pantallas 4K conectadas a la
vez, además de mantener el uso de la principal en todos los modelos. Algo que,
de nuevo, es raro ver en un portátil hoy en día.
Conclusiones
Después de usarlo de forma
intensiva durante 10 días mis conclusiones serían que es un ordenador caro,
pero que merece casi cada euro gastado. Si fuiste uno de los compradores de los
modelos presentados a finales de 2016, no hay mucha novedad aquí para ti (mejor
teclado, mejor procesador).
Recuerda que este es un
portátil para usuarios muy exigentes, y un precio que lo acompaña. Si eres un estudiante
o un trabajador cuyas tareas no van más allá del email, ofimática, redes
sociales y demás, lo mejor será que optes por otros ordenadores. Si sigues
buscando algo de Apple, lo mejor será que vayas a por un Macbook (sin el “Pro”) o incluso un
iPad (con o sin el “Pro”). Opciones mucho más ligeras aunque con sus propio set
de pros y contras.
A nivel de usuarios
profesionales, Apple sigue sin incorporar 32 GB de RAM, lo cual es un ligero
fastidio, pero la próxima versión de macOS añadirá capacidad mejorada para tarjetas gráficas externas, lo cual
puede hacer de este Macbook Pro el ordenador ideal para la mayoría de
profesionales.
Por último, recuerda que
siempre puedes hacer una instalación paralela de Windows en los ordenadores
Mac, y disfrutar del sistema operativo de Microsoft si así lo necesitas. Una
que sigue siendo útil en 2017.
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