La Galaxy Tab S3 es un
producto redondo que puede satisfacer a un público variado
La tableta es el dispositivo tecnológico que más
rápido se ha introducido en
nuestra sociedad. Cuando llegó el iPad, en el primer trimestre del 2010, nadie
había visto nada parecido. Algunos incluso llegaron a compararlo con un
smartphone grande. Nada de eso. El tamaño determinó unos usos diferenciados y
cientos de millones de usuarios compraron en los años sucesivos modelos de
todos los tipos, marcas y precios. El
mercado, sin embargo, da síntomas de saturación, con ventas a la baja para
todas las marcas. Algunas, como Samsung, buscan ahora la excelencia como forma
de crecer.
Al igual que su introducción,
la evolución de las tabletas también ha sido rauda. La Samsung Galaxy Tab S3 es un modelo ya maduro. Pese a las
críticas que se hacen a este tipo de dispositivos por su escasa capacidad de
almacenamiento o por no contar con la última versión del sistema operativo —en
este caso, Android 7.0—, lo cierto es que se trata de un tipo de producto que
tiene una buena acogida y que cumplen
sobradamente sus funciones para
un público variado. Es evidente que determinados profesionales van a necesitar
la potencia de un ordenador portátil o un híbrido con teclado incorporado, pero
estas tabletas son un producto redondo.
Samsung ha creado un producto
muy bien acabado, de calidad, que resulta agradable y fácil al uso y que tiene
prestaciones de sobra para el tipo de uso que se le puede dar. De entrada, la
compañía coreana ha agregado al paquete de la Galaxy Tab S3 el Samsung Pen. Su utilización es
impecable, preciso, con diferentes trazos, responde a la perfección al grado de
presión que se ejerce sobre la pantalla y también se puede escuchar el ruido
del trazado sobre la pantalla como si fuera papel.
Uno de los mejores argumentos
de la Samsung Galaxy Tab S3 es su pantalla
AMOLED de 9,7 pulgadas, de colores riquísimos que,
en esta ocasión viene preparada para ofrecer contenido de vídeo de alto rango
dinámico (HDR), como los mejores televisores. Este tipo de contenido va a
empezar a ser ofrecido por compañías de vídeo bajo demanda como Netflix y
supone un salto de calidad de imagen notable. El sonido, homologado por la
especialista de sonido AKG, se transmite mediante cuatro altavoces, lo que
enriquece la experiencia cuando se visualizan vídeos de calidad.
Aunque el uso prioritario de
esta tableta no será el de hacer fotografías, puede sacar a su usuario de un
apuro, gracias a un sensor
principal trasero de 13 megapíxeles y
otro delantero para videoconferencias y selfies de 5 megapíxeles. La batería es
otro de los puntos fuertes de la Tab S3, ya que, pese a ser extraplana da para
doce horas de reproducción de video. El precio, de 679 euros, es otro de los
argumentos a favor de este modelo.
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