Un estudio apunta a un grupo
de productores de combustibles fósiles como principales emisores.
El Acuerdo de París rubricado
a finales de 2015 por la práctica totalidad del planeta tenía el objetivo de
reducir las emisiones contaminantes de los firmantes, responsables, cada uno a
su manera, del calentamiento global. Sin embargo, solo la quinta parte de las
emisiones provienen de la inversión pública. El resto es fruto de empresas de todo
el planeta, cuyas emisiones de carbono están perjudicando al planeta. Dentro de
esas empresas, un reducido grupo de 100 compañías son responsables del 71% de
las emisiones totales, según ha revelado el estudio ‘Carbon Majors’, publicado
por el Climate Accountability Institute a partir de una recopilación de datos
que se remontan a 1988.
Entre estas empresas se
encuentran ExxonMobil, Shell, BP, Chevron, Gazprom o Total. El informe destaca
el porcentaje aproximado de las emisiones globales que dependen de cada
compañía. Por ejemplo, ExxonMobil sería responsable del 1,98% de las emisiones
de carbono.
Con la tabla en la mano, el
mayor emisor del planeta es el carbón chino, responsable del 14,32% de las
emisiones. En segundo lugar, y a una considerable distancia, se sitúa Aramco,
la compañía petrolera de Arabia Saudí (4,50%). La primera empresa de la lista
es la rusa Gazprom, situada en tercer lugar y con un 3,91% de emisiones
globales. Para encontrar una compañía española hay que esperar hasta el puesto
46, donde se sitúa Repsol (0,33%).
La práctica totalidad de las
empresas de la lista se dedican al sector de los hidrocarburos y las energías
fósiles, elementos que expertos como Michael Brune, de Sierra Club, llaman a
eliminar en los próximos años no solo por ser “moralmente arriesgado”, sino
“económicamente arriesgado”. “El mundo se está alejando de los combustibles
fósiles hacia energías limpias, y lo está haciendo a un ritmo acelerado”,
explica a The Guardian.
De hecho, compañías como
Google, Apple, Ikea o Volvo ya están inmersas en programas para eliminar su uso
de energías fósiles. El fabricante de vehículos, ahora de propiedad china, ha
anunciado recientemente que solo fabricará vehículos eléctricos o híbridos a
partir de 2019.
A pesar de todo, y conscientes
de la necesidad de limitar el calentamiento global, muchas compañías que
aparecen en la lista han comenzado programas para invertir más en energías
renovables. Shell, por ejemplo, creó en 2015 una división especializada en este
sector con una inversión de 1.700 millones de dólares, mientras que Chevron
anunció su intención de “gestionar sus emisiones de gases de efecto
invernadero” gracias a su inversión en dos proyectos para capturar y almacenar
carbono, algo que también explora ExxonMobil. BP, por su parte, está “decidido
a ser parte de la solución”.
De fondo no está solo la
cuestión medioambiental, sino su propia supervivencia económica: un estudio del
think tank estadounidense Chatham House destacó el año pasado que las compañías
petroleras se enfrentan a “un desagradable, brutal y corto” final en los
próximos 10 años si no cambian por completo sus modelos de negocio. Hay mucho
en juego.
>> Puedes descargar el
estudio y la lista de las empresas contaminantes en este enlace.
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