La compañía promete el
lanzamiento de una flota de un centenar de vehículos para este año
Intel ha confirmado la
fabricación de una flota de un centenar de coches autónomos del nivel SAE 4, es
decir, aquellos con un alto nivel de automatización en la conducción, durante
este año. Este movimiento es un paso más del fabricante de chips en su
intención de hacerse un hueco en el sector de la conducción autónoma.
El punto de partida de este
giro en su actividad es la adquisición de Mobileye, una sociedad israeliana
especializada en sistemas anticolisión, por 15.300 millones de euros. Una
operación que se traduce en una nueva alianza del gigante tecnológico en dicho
sector, muy en auge entre fabricantes de vehículos y tecnológicas durante los
últimos años.
Mobileye no acaba de aterrizar
en este negocio, a diferencia de Intel. Más bien todo lo contrario. De
hecho, esta start-up israeliana fue uno de los socios más importantes de
Tesla en el pasado, participando en el desarrollo de los primeros modelos
de la compañía. Sin embargo, divergencias en materia de seguridad de los
vehículos pusieron fin a la relación, un hecho que ha aprovechado Intel para
absorberla y convertirla en su nueva compañera de viaje.
Intel no ha confirmado qué
fabricante de automóviles se asociará con ellos para desarrollar estos
vehículos autónomos, aunque según el portal tecnológico Xataka sería BMW, con
quien ya tiene un acuerdo.
De entrada, la flota de
este año sería de 40 modelos BMW serie 7, que iniciarían las pruebas en Europa,
Estados Unidos e Israel. El objetivo de la tecnológica es llegar a los 100
vehículos en 2018, cumpliendo así con el plan de tener listo un verdadero
sistema de conducción autónoma de cara a 2020.
“Construir una flota de
vehículos y testarla en condiciones reales nos permitirá tener un retorno
inmediato de la experiencia y acelerar la implementación de nuevas tecnologías
para coches completamente autónomos”, comentó Amnon Shashua, cofundador de Mobileye
que dirige la empresa en nombre de Intel.
Sin embargo, este no es el
único objetivo de Intel. La empresa, junto con Mobileye, está
desarrollando un sistema que incluye cámaras, sensores, sistemas de
procedimiento de imagen, microprocesadores, tecnología de mapeo y software para
administrar toda la información en tiempo real y dar una respuesta automática.
La capacidad de la firma
tecnológica de crear desde cero su propio sistema con la ayuda de la sociedad
que acaba de adquirir es un punto a favor para ella, que quiere diversificar su
negocio hacia los sistemas de conducción autónoma.
Este aspecto le da ventaja
respecto a la competencia, como Google, Uber o Tesla, que dependen de
proveedores externos. Es más, la aspiración de Intel es convertirse también
en proveedor, vendiendo este sistema a otros fabricantes de vehículos. Volvo y
General Motors podrían ser los próximos en estrenarlo en 2019.
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