El cava True Colors aportará 1
de los 8 millones que prevé facturar en el 2017
El éxito del cava True Colors
hará crecer las ventas de Sumarroca en un millón de euros este año, hasta
alcanzar una facturación prevista de 8,2 millones de euros. True Colors es una
nueva marca de cava brut que la empresa del Penedès comercializa a 12 euros
desde febrero especialmente para el colectivo de lesbianas, gais, bisexuales y
las personas transgénero e intersexuales ( LGBTI). Sumarroca ganó el proyecto,
iniciativa de su importador sueco, en una cata a ciegas. Y la diferencia no
está sólo en el cava, sino también en el envase: la botella va cubierta con una
funda de plástico retractilada con los colores del arco iris.
De este cava esperan vender
hasta finales de año unas 400.000 botellas principalmente a Suecia, Finlandia y
Noruega, y también entrarán en Estados Unidos. El True Colors también tiene un
enfoque solidario: destina 0,52 euros de cada botella que vende de True Colours
a ayudar a organizaciones LGBTI, como la fundación Regnbågsfonden de Estocolmo.
El grupo vitivinícola, que
lleva el mismo nombre de la familia propietaria, exporta el 40% de las ventas.
Con el efecto del True Colors, Suecia se ha convertido ahora en su principal
plaza internacional. Alemania, Japón y Estados Unidos lideran también, por este
orden, las ventas internacionales.
Otro efecto del éxito del True
Colors es que Sumarroca ya elabora más cava (1,4 millones de botellas) que
vinos amparados por la DO Penedès (1,2 millones).
La bodega Sumarroca, que en el
2015 facturó 5,46 millones de euros, se ha propuesto que todos sus vinos y
cavas sean ecológicos: sus vinos y cavas fruto de la vendimia 2019 ya serán
certificados como 100% ecológicos. Sus viñas ocupan 390 hectáreas en el Alt y
el Baix Penedès.
el Baix Penedès.
Pero no todo es de colores,
porque Sumarroca ha sufrido un revés en sus planes: no ha conseguido que el
cava más emblemático, Núria Claverol Homenatge, haya entrado en la nueva
categoría de Cava de Paratge Qualificat, el nuevo vértice de la pirámide
cualitativa del sector. Están tan enfadados que no quieren optar a futuras
calificaciones, asegura el director general, Josep Puig. “Somos víctimas de ser
payeses, y hemos acabado fent el pagès”. La sequía de la última vendimia hizo
disminuir mucho la producción propia de uva (1 millón de kilos menos) y, como
no consiguieron comprar bastante uva tuvieron que adquirir vino base para no
encarecer en exceso los cavas y vinos. Entonces todavía no se conocía el
reglamento de los nuevos cavas de Paraje Calificado (que limitan el vino base
que se puede comprar al 15% del total) y adquirieron excepcionalmente un 23% de
vino. En condiciones normales (sin sequía), asegura que producen en torno a 2,5
millones de kilos de uva, suficiente para optar al Cava de Paraje. Puig dice
que lo que les interesaba era entrar en la primera lista de cavas de Paraje, y
que “ahora ya hemos perdido el interés”. Sumarroca comercializará sus cavas
icono indicando los parajes de los cuales proceden, aunque no podrán lucir los
nuevos distintivos de Cava de Paratge Qualificat.
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