Siguiendo la
línea de los saudíes con su nuevo megaproyecto, Bill
Gates pretende construir una ciudad que integrará alta tecnología en su
infraestrucutra. A través de una empresa de su propiedad, Bill Gates ha
invertido 80 millones de dólares para desarrollar una nueva comunidad en el
estado de Arizona. El emplazamiento de más de 10.000 hectáreas se
sitúa a 45
minutos al este de Phoenix, en un lugar llamado West Valley. La futura “smart
city” se llamará Belmont.
La compañía,
Belmont Partners ha dicho en una rueda de prensa “Belmont creará una comunidad
del futuro con una base estructural integrada con la tecnología más puntera diseñada alrededor de redes de
alta velocidad, centros de datos, nuevas tecnologías de fabricación y de
distribución, vehículos autónomos y centros logísticos autónomos“. Según Ronald Schott, un antiguo integrante del Consejo Tecnológico
de Arizona, la propuesta de la nueva autopista interestatal I-11 que conectaría
el área del Belmont con Las Vegas, hace que la zona en la que se quiere erigir
la ciudad sea perfecta para una nueva comunidad.
De las más de
10.000 hectáreas, unas 1.500 serán usadas como espacio comercial, de
oficinas y de distribución. Casi 200 hectáreas serán dedicadas a colegios
públicos. El resto deja espacio para 80.000 edificios
residenciales. Se estima que Belmont tenga
una población similar a Tempe, otra localidad de Arizona que cuenta con 180.000 habitantes, con lo que tendrá un tamaño más que considerable. Lo suficiente como
para convertirse en una auténtica ciudad.
Belmont no es el
primer proyecto de estas características llevado a cabo en Arizona. A una hora
de viaje al norte de Phoenix, el arquitecto Paolo Soleri construyó el
pueblo experimental de Arcosanti en los años setenta. La pequeña localidad
era un experimento en busca de una comunidad ecológica. Probablemente el
proyecto de Bill Gates no sea tan experimental como el de Soleri, pero sin duda
sentará las bases para los asentamientos del futuro.
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