Ferran Adrià o cómo ordenar el conocimiento culinario

Acaba de salir el primero de los 35 volúmenes de la Bullipedia


¿Saben cuáles son las únicas bebidas frescas, esas a las que solemos llamar naturales? La pregunta la lanzaba Ferran Adrià en la presentación del primero de los libros de su Bullipedia, que está dedicado a las bebidas, y más concretamente a su definición, historia, tipos y composición.
Pues parece ser que la respuesta correcta es el agua de la montaña, la leche cruda y el agua de coco o la de otros frutos. Así nos los contaba Ferran Centelles, quien fue sumiller de El Bulli y ahora coordina la partida de bebidas en esa tarea faraónica de ordenar el conocimiento culinario que es la Bullipedia y que dará origen a 35 volúmenes de unas 500 páginas cada uno sobre temas tan variados como el citado (que incluirá un segundo tomo, además de otro en torno al vino), sobre los productos no elaborados, los elaborados, los tipos de cocina, los orígenes culinarios del paleolítico al neolítico o el café... Por si era poco, luego se atreverá con la nueva fisiología del gusto.
Cuando Adrià presentó en el aula magna de la Universitat central ante decenas de colegas, de docentes y de periodistas, su proyecto de crear una enciclopedia titánica para reordenar el conocimiento culinario, a muchos les pareció un sueño demasiado ambicioso.
El otro día, él mismo reconocía que se equivocó al calcular el tiempo que tardaría en empezar a obtener los frutos del trabajo que ha hecho desde entonces con un equipo pluridisciplinar. “Me he dado cuenta de que para hacer un trabajo extraordinario se requiere un tiempo extraordinario”.
Tampoco acertó el plazo en que se trasladaría con su equipo de nuevo a la cala Montjoi, donde creará un acelerador del talento creativo que ya estaría en marcha si de un tipo obsesivamente puntual como él dependiera. Algún día, cuando se estudie toda la obra que ha dejado escrita nadie comprenderá cómo alguien pudo aportar tanto en una sola vida.


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