Con un coste de 5.000 millones
de dólares, supera a rascacielos y casinos, y se convierte en la cuarta
edificación más cara de todo el planeta
Inaugurado hace unos meses y
con parte de los trabajadores locales de la compañía aún de mudanza, las nuevas
oficinas de Apple son el edificio más caro de Estados Unidos. Situadas al sur
de San Francisco, están formadas por un gran edificio circular de 510
metros de diámetro y varios pequeños recintos menores en sus aledaños.
El coste del proyecto: 5.000
millones de dólares, según cifras de las autoridades locales. Esta
cifra lo pone al frente de los edificios más caros de Estados Unidos, superando
a estudios deportivos, casinos y rascacielos. Un logro considerable para el
condado de Santa Clara, un enjambre de diferentes ciudades donde abundan las
urbanizaciones y hogar de tan solo 1.900.000 personas.
Incluso teniendo en cuenta la
inflación, los costes tan específicos de la construcción y el precio de los
terrenos han elevado la cifra final de las anulares oficinas diseñadas por
Norman Foster. El Apple Park, como la compañía denomina a sus oficinas, es tres
veces más costoso que el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo en Dubai
y un 20% que el hasta ahora edificio más caro de Estados Unidos, el
casino/hotel The Cosmopolitan en Las Vegas.
Su diámetro, de
aproximadamente 510 metros, lo pone por delante de cualquier estadio
profesional del mundo en área ocupada. Tan solo cuenta con cuatro plantas por
encima de la superficie, aunque en su interior se albergan más de 14.000 plazas
de aparcamiento. El Apple Park marcará un antes y un después en la compañía al
unificar varias de las múltiples oficinas que Apple tenía repartidas por los
alrededores. Según entrevistas a varios de los altos ejecutivos, esperan que la
mudanza a Apple Park sirva para aunar esfuerzos internos.
Si estuviera en Barcelona,
solo el edificio principal ocuparía un espacio que 16 manzanas del Eixample.
Sirve para poner en perspectiva el edificio, fácilmente visible desde el espacio
como cualquier edificación de estas dimensiones. Los madrileños podrían hacerse
una idea usando el parque de El Retiro como referencia.
Pasará un tiempo hasta que el
Apple Park sea superado por otro recinto más caro en Estados Unidos, no hay
ninguno planificado más costoso para el futuro. Una de las comparaciones más
sencillas por tamaño y forma, El Pentágono, la sede del Departamento de Defensa
de Estados Unidos costó 1.180 millones de dólares ajustando por inflación desde
1943 durante su inauguración.
Tenemos que mirar a Europa y
Asia para observar proyectos más caros a corto y medio plazo. La planta nuclear
de Olkiluoto en Finlandia estará operativa por completo en 2019 y su coste
total será de unos 9.200 millones de dólares. Precios que quedan lejos de los
15.500 millones de dólares del Abraj Al Bait, el complejo hotelero y de
residencias construido por el gobierno saudí en Meca o el ITER, el reactor de
fusión experimental financiado por las principales potencias mundiales con un
coste estimado de 14.250 millones de dólares.
El coste del Apple Park sería
una gran inversión para cualquier empresa, pero apenas se notó durante los años
de construcción en las finanzas de la compañía. A finales de año Apple contaba
con unas reservas de 261.000 millones de dólares en en metálico y en activos
financieros convertibles a corto plazo. Podría construir 50 edificios similares
y aún quedar dinero. La venta de iPhones, el principal éxito financiero de la
compañía, es una fuente inagotable de ingresos a día de hoy, y nada parece que
lo vaya a detener a corto plazo.
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