Un estudio hecho por la empresa
suiza UBS afirma que para 2025, 1 de cada 6 coches vendidos en el mundo será
eléctrico. El camino que ha tomado el coche eléctrico
parece adentrarse en el futuro sin ningún tipo de oposición.
El estudio, realizado a 10.000 personas, muestra el interés y las opiniones positivas de los consumidores
ante los coches eléctricos, sumado al detrimento de la opinión sobre los
motores diésel. Por otro lado, los dos principales escollos de los coches
eléctricos (el precio y la escasez de sitios donde repostar) se desvanecen poco
a poco.
Parte de este cambio de paradigma nace en
China, donde más de la mitad de los potenciales
compradores de coches están interesados en adquirir un vehículo eléctrico. El
gobierno de China, además, está tomando una posición muy agresiva hacia los
coches eléctricos, llegando al punto de estudiar una futura prohibición de los motores diésel. En 2014 había en China 20.000 estaciones de carga para vehículos
eléctricos y a finales de 2017 se espera que superen las 300.000. Esto
demuestra el compromiso del país asiático (que posee un mercado con más de mil millones de
consumidores) con lo que hasta ahora parece
el futuro de la automoción.
UBS supone que, en el mejor
escenario posible (uno en el que los gobiernos otorguen ayudas para adquirir
nuevos vehículos y donde las baterías han mejorado sus capacidades) el
porcentaje de coches eléctricos sobre el total será del 25% en 2025. Aún así hay que contar con que no todo será perfecto para esta
nueva industria. Muchos consumidores tienen prejuicios sobre la batería, ya que
es uno de los componentes más críticos de cualquier vehículo con motor
eléctrico, a pesar de que, según el estudio de UBS, el 70% de los usuarios de
coches eléctricos estén satisfechos con la duración de la batería. Por otra
parte, los gobiernos podrían poner impuestos “extra” sobre los nuevos coches
para proteger la industria tradicional.
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