El 90% de los jóvenes españoles quiere ser popular en redes sociales


Un día en la vida de un adolescente en la actualidad supone estar permanentemente conectado. Así lo demuestra el séptimo estudio Comunica + por – tras encuestar a jóvenes entre 11 y 17 años. De acuerdo a sus estadísticas, 4 de cada 10 están conectados las 24 horas del día; 5 de cada 10 están conectados hasta que se van a dormir y solo 3 de cada 10 se conectan menos de 3 horas.
En el 100% de los hogares españoles hay al menos un móvil, televisión, radio e Internet; mientras que diarios y revistas apenas se encuentran en 4 de cada 10. Otro rasgo de esta generación multimedia es que utiliza esos medios simultáneamente. Mientras ven la televisión, escuchan música, navegan por Internet y se conectan a sus perfiles sociales, pueden estar haciendo los deberes.
Desde que llegó Internet a los hogares y a los móviles, el mundo se ha puesto del revés desde el punto de vista tecnológico. Las redes sociales son lo primero en su lista de conexiones a Internet, seguidas muy de cerca por la visualización de vídeos en YouTube. Escuchar música y buscar información son actividades que realizan 6 de cada 10. La tecnología es el punto de partida para realizar cualquier tarea aunque la función principal sea comunicarse.
Durante la etapa de adolescente, construyen su identidad. En ella se preguntan quiénes son y cómo les ven los demás. Por ello, cuando van a publicar contenido en las redes sociales se preguntan qué quieren que los demás sepan de ellos, omitiendo aquello que no les interesa. Todo lo que van a decir está basado en audiencias, tratando de superar la anterior publicación. Normalmente esperan recibir respuestas válidas y de aprobación. Suele ser un aprendizaje hacía dos direcciones, aprenden sobre sí mismos en relación a los demás.
El 90% se comunica con mayor libertad, puesto que sienten que es un espacio de separación de los adultos y no existen limitaciones. Principalmente sus funciones son: hablar, mandar mensajes, chatear, bloguear y crear perfiles. A su vez, generan nuevas formas de socialización, crean nuevos roles y ensayan nuevas conductas. Generalmente, son más atrevidos que otras generaciones. El 95% de los adolescentes sube a redes sociales su nombre y apellido, el 60% sube fotos personales y solo el 30% indica dónde vive.
Desde Comunica + por – han observado que las redes sociales les hacen sentirse libres e independientes, son ellos mismos los que toman las decisiones. Qué decir, qué hacer, cómo hablar… El 90% quiere ser visible y ser visto con el fin de ser popular y tener muchos amigos, además, de encontrar su lugar perteneciendo a una comunidad online. De esta manera construyen su identidad.

“Me desperté con la alarma del móvil. Mientras me cambiada para ir al colegio, puse música en Youtube a través del ordenador. Más tarde, me conecte a Facebook e Instagram y me mensajeé con unas amigas. A su vez, me puse la televisión de fondo mientras cotilleaba los perfiles de Instagram. Me fui al colegio. Durante el recreo me conecté a Facebook. Cuando llegué a casa realicé una llamada para consultar unos deberes. Mientras hacía los deberes recibí varios mensajes de WhatsApp, hice un descanso y estuve conectada a mis perfiles de Facebook e Instagram. Al terminar la cena, mientras mis padres veían la televisión, me puse a leer un libro en la tableta mientras de fondo estaba la televisión. Cuando decidí irme a la cama, me volví a conectar a Instagram e hice un vídeo y un par de fotos para actualizar mi red social”. (testimonio de una adolescente de 15 años).


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