Las formas simétricas han
convivido con el caos de los estampados
En la industria de la moda hay
firmas que crean colecciones fantasiosas y con toques de inocencia que
proyectan luz. Por el contrario, otras firmas desprenden el misterioso
ambiente de la noche. Y es precisamente aquí donde se encuentra Givenchy. Tras
el escudo del negro y los contrastes con tonos fuertes, la firma parisina evoca
un estilo de fiesta, de rebeldía y glamour.
En el debut de Clare Waight
Keller en la alta costura, ha presentado la colección para la próxima
primavera de 2018 con un total de 40 estilismos. La diseñadora ha superado
las expectativas con una colección sofisticada que combina a la perfección
la simetría de las formas con el caos de los estampados, los volantes y el uso
de degradados.
El desfile se inició con una
series de trajes, con americanas con cortes asimétricos y pronunciados
escotes de pico. El tul, las transparencias y los tejidos que construían
formas abstractas tuvieron su papel protagonista. Además de vestidos con
forma abstractas que creaban murales en tres dimensiones sobre un lienzo
representado por el cuerpo, también se vieron faldas combinadas con jerséis de
cuello alto u otros que simulaban un body.
El color negro ha
predominado en toda la colección aunque tuvo una perfecta dualidad con
distintas tonalidades de blancos y rosas, representando el día y la noche. Los
estilismos claros se usaron para diseños más relajados y los tonos oscuros
tenían formas más rígidas y sofisticadas. Ademas se destacó vivos colores
como el azul klein en distintos tejidos y que da un excelente
contraste con los colores oscuros.
La moda para hombres también
ha tenido su espacio en la colección con tres estilismo creados a base de blazers en
distintos tallajes, camisas y pantalones de piel. Entre los elementos que se
encuentran en la linea masculina, destaca el uso de transparencias, piel y
apliques brillantes que creaban estampados abstractos.
Una vez más Givenchy ha
demostrado que la moda de alta costura, centrada en crear las pieza más
exclusivas de la industria, no tiene por qué moverse únicamente en la
confección de vestidos sino que estos pueden convivir con prendas pensadas
para estilismos más informales. El elemento que define esta colección como alta
costura es el uso de los mejores materiales y el seguimiento de un proceso
manual pensado para satisfacer la necesidad de cada cliente personalmente.
La colección tiene claros referentes
en otras firmas entre los que destacan el uso del blanco y el negro de Christian
Dior en su colección de alta costura para la misma temporada. En un
segundo plano, el uso de degradados, la creación de contrastes con vivos
colores, el uso de volantes y cinturones que remarca la cintura de Givenchy
recuerda al recurrente estilo de Balmain. Incluso se podría ver una cierta
referencia al espíritu nocturno y festivo de Saint Laurent con el uso
de plumas y cuero.
Clare Waight Keller ha sabido innovar
al mismo tiempo que ha mantenido la esencia que caracteriza la marca y
creada por los antiguos directores creativos. Además de conservar la identidad
de la firma en la colección ha aprovechado el estilo e imagen que Riccardo
Tisci dejó como legado tras revolucionar y expandir la marca durante los
años que el italiano estuvo al frente de Givenchy.
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