Amazon Go
es un pequeño establecimiento de aproximadamente 180 metros cuadrados. En sus
estantes se pueden encontrar snacks, comidas preparadas, bebidas, algún
producto fresco y objetos básicos para el hogar. Pero lo novedoso no son
sus productos, sino que es la primera tienda autónoma del mundo.
Amazon anunció la apertura
del primer supermercado del mundo sin cajeros. Se trata de Amazon Go,
un concepto que fue presentado al público hace algo más de un año. La tienda
del gigante electrónico está ubicada en la sede de la compañía en Seattle.
Amazon Go utiliza una tecnología parecida a la de los coches autónomos: una
avanzada red de inteligencia artificial, algoritmos, cámaras y sensores que
permiten que cojas lo que quieras y salgas de la tienda sin colas, sin pagar
con tarjeta, ni ningún otro procedimiento más allá de caminar por la puerta.
Este concepto es denominado por la empresa como “just walk out
technology”. Y es que es
tan sencillo como eso. Para entrar en la tienda, el usuario
ha de registrarse con la app de Amazon Go en su teléfono, que sirve como llave
de entrada. Cuando
salga, la app le hará llegar la factura de los productos que ha comprado,
previamente detectados por el sistema.
Al entrar y registrarse con
la app, el consumidor pasa a ser (a los ojos de los sensores) un objeto en 3D
que es seguido por la tienda, mientras el
sistema detecta los productos escogidos por los compradores. A
pesar de no tener cajeros, no se trata de una tienda fantasma. Los reponedores
y cocineros, a falta de robots más eficientes, siguen siendo humanos.
Los
empleados de Amazon han estado “entrenando” al establecimiento desde 2016, en
lo que se conoce como “deep learning”. En un régimen de uso solo
para empleados, Amazon Go se ha visto bombardeada con meses de situaciones que
se pueden dar en una tienda. Las particularidades del “deep learning” hacen que
un algoritmo mejore su capacidad conforme a más iteraciones de algo se vea
sometido, por lo que Amazon Go (y cualquier sistema con esta tecnología) será
más eficiente conforme más situaciones vayan sucediendo entre sus muros.
Comprar entre varias personas, arrepentirse y dejar un objeto en su sitio (o en
el que no es), tirar algo por accidente…son
situaciones a las que el sistema se ha enfrentado y que este ha aprendido a
manejar.
Parece ser que la tienda tuvo
problemas a la hora de seguir a grandes grupos de personas o cuando estas se
movían muy rápido, y puede que este sea el motivo por el que Amazon Go se ha
retrasado casi un año, aunque desde la compañía aseguran que no es el caso.
Aún así, tras meses de aprendizaje, la empresa de Bezos da luz verde a
este nuevo hito en su eficaz lucha para cambiar el modo en el que la gente
compra. No es la primera tienda de alimentación de Amazon, y de hecho, en
comparación con la cadena de Whole Foods, su tamaño palidece. Pero el valor de
la tienda no es su volumen de ventas, sino la valiosa tecnología que Amazon Go
alberga en su interior, ya que esta puede ser un punto de partida para una
nueva generación de tiendas. Desde Amazon se ha dicho que de momento no se
planea adaptar esta tecnología a Whole Foods u otros establecimiento, pero el
sistema de Amazon Go ha sido diseñado para ser escalable. Es decir, si Amazon Go es
un éxito, será solo cuestión de tiempo que los titanes del comercio adopten su
tecnología.
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