La colección más arriesgada de
Raf Simons para la firma
Raf Simons ha dado un
salto cualitativo en la dirección creativa de Calvin Klein. En su tercera
colección al frente de la firma, el diseñador ha evolucionado hacia unos
extremos más arriesgados, con distintas inspiraciones y una explosiva
combinación de colores, telas y estampados que escapa del minimalismo de las
colecciones anteriores.
El desfile estaba ubicado en
la bolsa de Nueva York American Stock Exchange, escenario que la firma
lleno de motivos, aparentemente inconexos, como un andamio, dos graneros y
un suelo repleto de palomitas. Y es que la colección también estaba construida
a partir de una mezcla de influencias que iban desde vestidos de época a trajes
de bomberos.
Las primeras piezas de la
colección estaban inspiradas en las chaquetas de bombero o las que se usan
en las obras, de colores anaranjados y con rayas reflectantes. A su misma vez,
el diseñador intercaló este tipo de piezas con chaquetas oversize en
distintos estampados como el leopardo o el ‘patchwork’ y monos.
El punto también tuvo su
espacio, con jerséis superpuestos a vestidos y con distintos
estampados de rayas, colores y hasta con dibujos de los Looney Tones.
En este juego de mezclas, algunos de los vestidos estabaninspirados en prendas
de época, con bordados en las costuras, tejidos semitransparentes y aperturas
alrededor del pecho.
Uno de los estilismos que
se pudo ver tanto en mujeres como en hombres estaba formado por una camisa
blanca decorada con detalles de colores en el cuello y los hombros, y combinado
con unos pantalones de traje con rayas a los costados en distintos colores.
Los accesorios acabaron de
reforzar el mensaje de cada una de las inspiraciones del diseñador. En la
mayoría de looks, Simons incluyó un pasamontañas de punto con
distintos estampados u otros con tejidos metálicos, a conjunto con unos g uantes
de estilo motorista. En el caso de los bolsos, algunos tenían un acabado en
piel y con una imagen grabada.
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