Diez artistas emergentes
reflexionan sobre cómo afectará la revolución digital al día a día de las persones
- Hola, soy Conversational
Implant ¿Tú qué eres?
- Periodista
- ¡Encantada! Yo soy una
prótesis de Plectranthus Verticillatus, la Planta del Dinero. ¿Tú convives con
plantas?
- Sí
Así comienza una conversación,
mantenida mediante la aplicación de mensajería instantánea Telegram, entre
una ‘planta’ y una persona. “Lo que hemos hecho es realizar un
implante con inteligencia artificial que incorpora un sistema de chat bot
(conversación automática)”, explica uno de los creadores, Andreu Belsunces, del
colectivo Becoming Colective. Aquí está el truco.
El implante no sólo sirve para
simular una conversación. “Partimos de la premisa de que a las plantas les
gusta que se les hable, pero con el implante también aseguramos que tiene toda
la luz y los nutrientes para sobrevivir. La cuidamos”, añade Belsunces.
La conversación con el vegetal
va cambiando de tema para reflexionar sobre cosas más profundas, sobre cómo la
tecnología puede variar la vida de las personas en un futuro no tan lejano. “Al
final queremos debatir si la tecnología será capaz de cuidar a las personas en
situaciones como el final de la vida o la dependencia”, describe el artista
emergente. “Yo, que soy un sistema de inteligencia artificial, estoy haciendo
que la vida de la Planta del Dinero viva un poco mejor”, se despide por
Telegram Conversational Implant.
Belsunces forma parte de la
decena de artistas escogidos para formar parte de la Mobile Week Gallery,
la exposición de la Mobile Week Barcelona, el ciclo de
actos para reflexionar sobre el impacto de la digitalización en la sociedad que
este año llega a su segunda edición.
Bajo el lema ‘El futuro
cotidiano’, las creaciones buscan explicar cómo afectarán las nuevas
tecnologías en el día a día de la gente. “No sólo hemos buscado puntos de vista
optimistas, sino también críticos, para buscar los límites, en clave de
riesgo”, cuenta el director de la Mobile World Capital, que impulsa esta serie
de actos con el apoyo del Ayuntamiento, Juan Baselga.
Se recibieron 55 propuestas
artísticas para formar parte de esta exposición, que se puede visitar desde el
sábado 17 de febrero hasta el 4 de marzo en el Disseny Hub Barcelona.
Otra de las artistas escogidas
para la muestra es Nicole Vindel, que presenta su obra Pleasure: Future of
Food. “Se trata de una distopía gastronómica: separar la parte nutritiva del
acto de comer de la parte del placer”, describe.
Vindel parte de la premisa de
que se necesita “un cambio de paradigma en la cadena alimentaria porque el
actual sistema está agotado”. Ella apuesta por “obtener los nutrientes
mediantes pastillas y polvos y acabar con el hambre en el mundo”. ¿Y qué pasa
con el placer gastronómico? Se conseguirá a través de “sistemas de estimulación
cerebral”.
“Se podrá estimular diferentes
partes para recordarte a la comida de tu abuela o para servirte un plato de
nostalgia”, vaticina esta artista. “Sería como saborear emociones”, sentencia.
Dicho de otro modo, su obra dibuja un futuro en que la alimentación se hace de
forma simple y ‘se comen sentimientos’. En la pared se situan diferentes
máscaras señalizando el espacio que se debe estimular para conseguir estas
sensaciones.
La decena de obras que se
presentan hacen reflexiones de este tipo. Miquel García, con Blockchain,
muestra unos ordenadores que generan bitcoins para protestar contra la ley
Ómnibus porque “todas las creaciones que reciben ayuda pública deben tener un
rendimiento económico y los bitcoins son un concepto que desbanca la economía
de mercado”.
Elisabeth Bigger, autora
de Ella programa el código, empodera a la mujer en el futuro digital
dándole una papel protagonista gracias a la tecnología. “Con poder, es lo que
espero que sea la mujer del futuro”, resuelve.
The Human Feeling Bank,
realizada por David Haro y Joan Requesens de Col·lec,expone un sistema “donde
la gente puede donar sentimientos a un banco de inteligencia artificial”. Un
proyector va preguntando a la persona sobre temas como el miedo y va
almacenando respuestas. La máquina es binaria, sólo acepta un sí o un no. “No
entiende la duda”, dicen sus creadores para definir algunos límites de la
inteligencia artificial.
Fèlix Vinyals, que repite en
la Mobile Week, expone Muros Electrónicos: “Los jóvenes muestran toda su
vida en las redes sociales, lo que rompe con el clásico concepto de privacidad,
algo que puede llegar a cambiar los muros de las viviendas”, describe mientras
muestra una pared que dejará ver lo que pasa dentro de casa pero que, sin
embargo, alerta con luz y un sonido estruendo de que no se puede entrar.
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