La firma no se somete a las
presiones Comerciales
Para muchos la semana de
la moda de Nueva York no está atravesando uno de sus mejores momentos. Algunos
diseñadores han substituido la gran manzana por París y otras firmas han
decidido alterar la agenda convencional para presentar sus colecciones en
desfiles que se adapten al consumidor.
Sin embargo, parece que Nueva
York sigue siendo un punto de referencia en moda y tendencias. Y Marc
Jacobs ha tenido algo que ver. La firma americana es de las pocas
que no se ha sometido a las presiones comerciales, optando por crear
colecciones arriesgadas que tienen en cuenta referencias del pasado y que han
redefinido la figura de la mujer.
Durante el desfile de la
colección otoño/invierno de 2018, Jacobs ha hecho una retrospectiva al
pasado, concretamente al estilo de los años 80, que han quedado impregnados en
muchas de sus prendas. Y no es la única firma que lleva ya varias temporadas
aludiendo al estilo festivo y extravagante de aquella época.
Las prendas de la nueva
colección de Jacobs juegan con las proporciones y, mediante el uso
de cinturones con un estilo floral, marcan la cintura de la mujer de forma
sutil, realzando los cortes oversize en la parte superior e inferior.
Otras firmas como Versace o Balmain se han apropiado de la estética de los años
80 incluyendo cinturones con maxi hebillas para conseguir el mismo efecto.
Y fue Hedi Slimane el que
también aludió a esa época durante su colección de otoño/invierno de 2016 al
frente de Yves Saint Laurent, con el uso de cinturones, hombreras y
con una estética propia de los videoclips de Madonna y Cyndi Lauper.
Saint Laurent también ha
estado presente en la colección de Marc Jacobs a través de los sombreros
que se han visto en muchos de los estilismos. El complemento ayudaba a reforzar
la estética de misterio que desprendía la colección, la misma imagen que
consiguió plasmar la firma francesa en su momento. Durante la colección de alta
costura de 1995, los estilismos de Yves Saint Laurent incluían sombreros que dejaban
oculto el rostro de las modelos.
Otros nombres de la moda
estuvieron presentes en la colección, a modo de referencia, como el Pierre
Cardin de los años 80 con su juego devolúmenes en las prendas. Jacobs hizo un
guiño especial, a través de sus chaquetas ‘oversize’ en
múltiples colores, con un corte que exageraba la figura de la mujer, como las
que lanzó Emanuel Ungaro en 1984.
Aunque Jacobs arriesgó y la
oda al estilo ochentero tuvo un resultado excelente, la colección no quedó
exenta de controversia. PETA, la asociación de personas que luchan por el
trato ético de los animales, ha protestado por el uso de pieles de
animales en muchas de sus prendas. La polémica se ha iniciado en un momento en
el que numerosas firmas de moda como Gucci o Michael Kors han anunciado que no
volverán a trabajar con pieles animales en sus próximas colecciones.
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