El homenaje de Jeremy Scott a
los 60 se convierte en su declaración más política
Los mundos que creó Gene
Roddenberry para la icónica serie Star Trek causaron gran
revuelo en la década de los 60. El concepto Sci Fi (Ciencia ficción) se
convirtió en la obsesión de la sociedad de entonces y ahora, 50 años después,
en la de Jeremy Scott.
El director artístico de Moschino ha
encontrado en los años 60 su inspiración para la nueva colección
Primavera/Verano 2018 y su exhibición en las pasarelas de Milán no ha dejado
indiferente a nadie.
Todo un espectáculo de colores
lleno de guiños políticos, encabezado por una Kaia Gerber vestida al más puro
estilo de Jackie O’. Toda la línea de hecho se apoya en el concepto retro
futurista que caló en la América de Kennedy, es decir, los colores fluor en
chaquetas y faldas de tubo de nylon, los sombreros de azafata y la
consolidación del pop art como movimiento de moda.
En este viaje, Jeremy Scott no
quería trasladarse a un solo universo. El paladín de Moschino subió a la
pasarela el mundo artístico de Roy Linchenstein y sus múltiples
versiones de su ópera prima ‘Drowing Girl’, una referencia que ya
habíamos visto anteriormente en sus colecciones.
Si echamos un vistazo rápido a
los vestidos de noche que cerraron el desfile, una nueva referencia nos salta a
la mente. El espectro de una diva llamada Marylin Monroe, la estrella que
enamoró en los sesenta al mundo entero - y también al presidente de Estados
Unidos- se manifiesta en el cuerpo de una de las modelos de Moschino.
Un homenaje al pasado que
vuelve como el fantasma de las navidades pasadas de Trump. Y es que el desfile,
lejos de centrarse simplemente en la estética que marcó una década, ha sido una
crítica en clave de estilo a las políticas del presidente de Estados Unidos,
Donald Trump. “Cuando diseñaba esta colección pensaba en inmigración e
inmigrantes ilegales, o ‘aliens’ ilegales”, aclara el diseñador en declaraciones
recogidas por la cabecera Dazed. Scott ha asegurado en varios medios
que lo que buscaba en este desfile era jugar con la idea de cómo sería
realmente un alien.
“Es una conversación
importante para tener, ahora que el Presidente Trump esta tomando medidas
reales para eliminar políticas importantes como la DACA (el programa de Acción
diferida por los Llegados en la Infancia)”, añade el director artístico. Una
auténtica declaración política que avanza con paso firme por la pasarela de
Scott a través de poderosas figuras como las hermanas Hadid, las dos con raices
israelitas.
En este desfile todo tiene un
porqué y la gente no se cansa de exponer sus teorías al respecto. Y
precisamente de teorías queremos hablar como última referencia del diseñador
para esta polifacética colección. Los aliens representan una de las teorías
conspirativas más famosas del mundo y la obsesión que desató la locura en
Estados Unidos a mediados del siglo XX. Ahora en pleno siglo XXI lidiamos con
nuestras propias teorías conspirativas y de nuevo no podemos evitar nombrar a
Trump.
Este desfile lleno de
referencias y homenajes póstumos termina con una poderosa reflexión. A través
de la colaboración con el artista Ben Frost, con sus dibujos impresos en
sombreros, bolsos y vestidos firmados por Moschino, así como las invitaciones
para asistir al desfile -metidas en una exclusiva caja de cereales- se reafirma
que la moda, aunque consumista y a veces superficial, también es arte.
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