Actores, cantantes o deportistas comparten su
vida en redes sociales… y no ocultan a sus hijos.
La situación da para
debatir: ¿Hasta qué punto deben los
famosos sacar a sus hijos en prensa? Las leyes protegen a
los menores de miradas indiscretas, al menos en España, lo que tradicionalmente
ha dificultado que veamos a los hijos de los famosos en revistas y programas de
televisión. Pero la
última palabra la tienen los padres, que pueden elegir posar
con sus hijos incluso cobrando si así lo creen oportuno.
Si la situación ya era
compleja, ahora se suman las redes sociales, donde los filtros son mucho más
finos. Casi todas las redes sociales prohíben a los menores de 14 años abrirse
un perfil, pero no existen mecanismos que lo eviten de manera efectiva. De
hecho, y según una encuesta de AVG, el 5% de los niños menores de dos años ya
tiene su propio perfil en Facebook. Una relación con las redes
sociales que comienza mucho antes: el 81% de los bebés ya tiene presencia digital
antes de cumplir medio año e incluso un 23% está en la Red antes de haber
nacido: sus padres comparten las ecografías.
Si con los anónimos este
fenómeno no pasa de un puñado de seguidores (aunque los peligros para los
menores no son más limitados por ello), con los famosos está amplificado.
Tienen millones de seguidores que conocen a sus hijos desde antes de haber
nacido, y que siguen su crecimiento y desarrollo prácticamente en tiempo
real. Las redes sociales han
alumbrado, de la mano de sus famosos padres, a pequeños e involuntarios
influencers, en un fenómeno del que alertan algunos expertos:
podría tener consecuencias para esos niños. Algo que hemos visto recientemente
en el mundo offline con Andrea
Janeiro o Chabelita, jóvenes que al cumplir los 18 años y dejar
de estar protegidas por la ley tuvieron que asumir el paso de ser más o menos
anónimas a ser plenamente famosas a causa de sus progenitores. Chabelita ha
sabido amortizarlo entrando en el juego, pero Andrea no desea ser famosa,
aunque muy a su pesar lo sea y ya cope páginas en prensa (e incluso insultos en redes sociales).
Al
margen de estos casos, muchos son los famosos que
comparten la vida de sus hijos en las redes, de manera que estos pequeños se
han convertido en estrellas en sí mismos. Tal vez la mayor
estrella de este tipo sea actualmente Cristiano
Ronaldo Jr., quien, a sus 7 años, trabaja incluso como modelo
de los diseños de la marca de su padre. Sus hermanos van por el mismo camino, y
a pesar de tener pocos meses de vida ya es frecuente que los veamos en
Instagram. Otro futbolista dado a compartir a sus hijos con el mundo es David Beckham, quien no duda
en subir fotografías mostrando su día a día junto a ellos. Los tres varones
tienen sus propios perfiles, ya que dos de ellos ya trabajan como modelos.
No hace falta ser
relativamente mayor para tener perfil propio, como demuestra al mundo el
nadador Michael Phelps.
Su hijo, Boomer, tiene apenas un año, pero sus famosos padres (la madre es la
modelo Nicole Johnson) ya le han abierto su propio perfil en Instagram.
Aunque estos casos sean
llamativos, también son la excepción. Por lo general, los padres famosos
simplemente comparten imágenes de sus hijos en sus perfiles, donde acumulan
millones de seguidores. Es lo que hacen Madonna (aunque
sus hijos mayores ya tienen independencia en estas redes), Angelina Jolie y Brad Pitt, Kim Kardashian (para
quien las redes sociales es su modo de vida), Mariah Carey o Jennifer López,
estrellas que no dudan en presumir de hijos ante el mundo, a pesar de que hayan
abierto un debate sobre la idoneidad de hacerlo. Hay que recordar, sin embargo,
que casi todas estas estrellas son estadounidenses o residen allí, donde las
leyes de protección a los menores son más laxas en este sentido. Tal vez por
eso hayan decidido ser ellos quienes gestionan hasta qué punto sus hijos se
muestran al mundo, dado que probablemente no vayan a poder evitarlo…
Comentarios
Publicar un comentario