Con un claro mensaje de
empoderamiento femenino
El número 4 de Times Square,
en Manhattan, es la antigua sede de Condé Nast, un espacio que durante
muchos años respiró moda y que esta semana ha resurgido como pulmón de la
industria. El pasado sábado 10 de febrero, Alexander Wang volvió a pisar
el edificio pero esta vez no para trabajar como becario para Vogue sino
para presentar la nueva colección de su firma homónima, durante la semana de la
moda de Nueva York.
La colección tenia un mensaje
muy bien construido: el empoderamiento femenino en el mundo laboral y una
oda a las mujeres influyentes con altos cargos empresariales. Para
reflejar esta idea, además de las creaciones de la colección, la firma
construyó una puesta en escena que recreaba una oficina. Siguiendo el
mismo estilo que utiliza Chanel en sus desfiles, Wang jugó con el nombre de la
propia marca e hizo creer a los asistentes que se encontraban en una empresa
real.
La propuesta de Wang para el
próximo otoño/invierno de 2018 es un viaje al futuro, mediante prendas de
cuero, detalles metálicos y gafas retro, con un guiño a la estética noventera
de Matrix. La mayoría de estilismos estaban formados a partir de mini vestidos
o faldas cortas que se combinaban con jerséis que marcaban la cintura, blazers o
chaquetas extra largas.
Los detalles de las prendas
dieron el toque de sofisticación, además de reforzar tanto el mensaje como la
estética de la colección. Muchas de las prendas tenían incorporadas multitud de
cremalleras, que aportaban el contraste metalizado a looks de color
negro, y un logo con la palabra CEO -directora ejecutiva- también en color
plateado.
Como seña de identidad de la
firma, la nueva colección también mostró prendas deportivas, que cobran
una nueva perspectiva de estil o, pensadas para ir a trabajar y no al
gimnasio . Es justo en esta línea donde el diseñador escapó del blanco y negro
para usar tonos grisáceos y jugar con el punto y pelo sintético.
La colección ha dado una nueva
dimensión al debate actual sobre las mujeres en industrias artísticas,
como el cine o la moda, cuestionando el papel de estas en roles directivos u
otros altos cargos empresariales. Precisamente algunas de las prendas, que
responden a esta denuncia mediante el acrónimo CEO, ya se han puesto a la
venta a través de una colección cápsula, disponible en la página web de la
firma.
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