Un
ecobarrio es un proyecto urbanístico ecológico y sostenible, es decir, una estructura social que quiere reducir el impacto
medioambiental y cambiar la educación y los hábitos de
los ciudadanos,
para que sean activos y responsables de
sus actos.
Los ecobarrios se encuentran en un entorno
urbano y, a diferencia de un barrio tradicional, son más eficientes
siendo energéticamente
autosuficientes. Además integran la agricultura ecológica, las energías renovables, el
aprovechamiento natural, etc.
Son lugares saludables,
en los que se integra la naturaleza con el tejido urbano.
Entre los procesos
ecoeficientes que propone un ecobarrio está el de cerrar el ciclo del
agua, ahorrar energía y recursos, mejorar el entorno y la biodiversidad,
aprovechar el clima, estar bien comunicados, hacer una buena gestión de los
residuos, etc. En definitiva son barrios que promueven una vida
consciente y sostenible, que mucho tiene que ver con la filosofía que propone
la economía circular. Se trata de una nueva forma de relación del ciudadano con su
entorno modificando los hábitos de vida de las personas.
Los ecobarrios ayudan a
disminuir la contaminación medioambiental que se genera, proponiendo un
desarrollo urbano sostenible, que se adapta a las necesidades del medio
ambiente.
Los ecobarrios mejoran la calidad de vida
de las personas y promueven la protección del medio
ambiente, para contrarrestar el abuso que se hace de él. Ayudan a regenerar las zonas
sostenibles y verdes de las ciudades, mejoran la educación
medioambiental de los ciudadanos y estos se tornan más colaborativos y más
conscientes, sobre la consecuencia de sus actos sobre el planeta en cuanto a
los recursos naturales y el cambio climático, entre otros aspectos.
A nivel europeo, el primer ecobarrio surgió
en Estocolmo. Pero el que está considerado el mejor ecobarrio de Europa,
actualmente, se encuentra en Alemania y es el ecobarrio Vauban, situado en
Friburgo.
Se desarrolló entre los años 1993 y 2006
consiguiendo grandes resultados, como la creación de 40 grupos de vivienda en
cooperativa y el mayor grado de replicabilidad de los ecobarrios.
Cuenta con una gran
eficiencia energética, gracias a las plantas de generación de
energía renovable, ya que cuenta con una planta de cogeneración hecha de
astillas de madera y paneles fotovoltaicos, con lo que suministran a todo el
barrio, reduciendo
las emisiones de CO2 a un 60%. Además cuenta con un sistema de gestión del
agua de la lluvia, recogiéndola y almacenándola para su
posterior reutilización y emplean cisternas de vacío para el saneamiento del
agua.
En España ha habido éxitos y fracasos en la
creación de ecobarrios. La inversión económica ha sido uno de los mayores
hándicaps, pero la mayoría de casos han acabado bien.
En Vallecas, Madrid, encontramos un ecobarrio que se
creó contando con un presupuesto de 20 millones de euros. Pero parecía no salir
adelante y subastaron la parcela para que se ocupase del ecobarrio una empresa
privada, pero no funcionó. En 2016 resurgió este proyecto y esta vez se
invirtieron 100 millones de euros, con la intención de construir 1.150
viviendas de protección oficial. Los inmuebles que allí se encuentran tendrán
un coste medio de 84.000 € y únicamente se dedicarán al alquiler.
Estas viviendas contarán con un sistema
innovador centralizado de calefacción y agua caliente llamado
“Calefacción de barrio o District Heating”, con el que darán servicio a 2.000
familias del distrito.
Además contaran con la
recogida neumática de residuos, para que los usuarios puedan depositar la
basura todos los días del año en unos buzones, situados en zonas comunes de los
edificios, y estos residuos pasaran por una red de tuberías subterráneas hasta
la central, en la cual serán tratados para ser enviados al vertedero.
En Navarra también
encontramos un ecobarrio, que está dando muy buenos resultados. Se trata
del Centro Nacional de Energías
Renovables, en el Parque de la innovación de Sarriguren y
consiguió el Premio Europeo de urbanismo en el 2008. El 98% de sus viviendas
son protegidas y cuenta con 9.000 vecinos. Estas viviendas tienen un ahorro del
60% y rondan los 140.000 y los 210.000 euros.
Otro ejemplo es el
ecobarrio La Pinada, en Valencia. Un lugar
saludable y sostenible, diseñado por los propios ciudadanos.
Es un proyecto pensado para que puedan vivir
familias de la forma más natural y saludable posible, reodeados de zonas
verdes, en plena naturaleza, potenciar un espacio cooperativo en el que exista
una amplia oferta de ocio, deportiva y cultural para todas las edades, la
conciliación laboral y familiar, etc.
Sus futuros habitantes se implican a partir
de sistemas de participación en el diseño de las viviendas, en el de crear un
entorno sostenible, dinámico, socialmente cohesionado y poniendo la tecnología
al servicio de las personas.
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