Durante la
semana de la moda masculina de Nueva York
Si por algo ha
pasado a la historia 2017 es por las numerosas reivindicaciones políticas
y sociales que el mundo de la moda ha llevado a cabo a través de
colecciones y campañas. Algunas firmas como Dior han trasladado -al
terreno de la moda- llamamientos a favor de la lucha por los derechos de la
mujer mediante el uso de frases como las de la escritora Chimamanda Ngozi en
una de las camisetas de la firma francesa.
Esta vez ha sido
el turno de Raf Simons con su alusión al mundo de las drogas en su
última colección presentada en Nueva York, durante la semana de la
moda masculina. La firma ha mostrado una línea de ropa con mensajes escritos y
figuras representativas del mundo de las adicciones como Christiane F, la escritora alemana que se convirtió en adicta a la
heroína con tan solo 13 años
En la escena berlinesa de la década de los 70 y 80 empezaron
a despuntar movimientos punks y okupas
además del consumo de nuevas drogas como la heroína. Como Christiane,
miles de jóvenes que frecuentaban las mejores discotecas de la ciudad y el
ambiente nocturno, empezaron a experimentar con este tipo de drogas al son de
la música de Davis Bowie.
La alusión más
clara del diseñador a la temática de la colección ha sido mediante el uso de la palabra ‘Drug’ -droga- en dos de las prendas.
Detrás de muchas de las prendas se escondían nombres de drogas, como GHB, 2C-B
o LSD - éxtasis líquidos y derivados de las anfetaminas-, frases que aludían a
las adicciones e incluso imágenes de adictos estampadas
en camisetas, como Christiane F.
Raf Simons ha revivido la
moda de aquellos años a través de una colección repleta de deconstrucciones,
con prendas de punto de cuello alto super puestas, blazers con
estampados de cuadros y botas de estilo militar. La paleta de colores se movía
entre tonos neutros, oscuros y colores tierra que contrastaban con los parches de piel dónde se ha podido ver bordado los nombres
de drogas, frases o imágenes de adictos.
Aunque parte de los ingresos
estén destinados a la lucha contra las adicciones, la colección también puede
ser interpretada como un guiño al supuesto glamour del mundo
de la droga asociado a la moda. Esta misma reflexión se expuso tras la
película de la vida de Christiane F, que podía inducir a los jóvenes a ver el
lado más divertido de las drogas asociado a la fiesta y el desenfreno,
apartando las consecuencias negativas que conlleva una adicción.
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