Chanel presenta su colección más nostálgica en un bosque infinito


El otoño de Lagerfeld llega antes al Gran Palais


Chanel tiene acostumbrado a su público, y a los amantes de la moda, a organizar desfiles que escapan de la concepción tradicional. Pasarelas tematizadas mediante una gran puesta en escena y transmite un ambiente. La firma parisina por excelencia no se queda en lo simple y superficial de la moda sino que recrea escenarios narrativos que pueden evocar a tiempos anteriores, como el último desfile de alta costura y su jardín francés, o una mirada al futuro con el centro de datos y tecnología para la colección otoño-invierno 2017.
Como cada año, el Gran Palais se viste de Chanel para presentar las nuevas propuestas. Esta vez la sala principal del edificio se llenó de hojas secas y árboles por dónde las modelos desfilaron con las prendas de la colección otoño/invierno 2018. Además, las paredes estaban cubiertas con un mural que recreaba la continuación del bosque, sumergiendo a los asistentes en un escenario que escapaba de París para adentrarse en las montañas.
La editora internacional de la revista Vogue, Suzy Menkes, aseguro ver una ‘’bonita tristeza’’ mientras hablaba con Karl Lagerfeld. Sin embargo el director creativo de la firma prefiere referirse a ‘’nostalgia’’. Y este anhelo de revivir el pasado se transformó en conjuntos inspirados en los años 70 con chaquetas de doble botonadura largas hasta los pies, conjuntos de traje con falda y vestidos con detalles de plumas en hombros y mangas.
Como elementos nuevos, Lagerfeld incluyó estampados que recuerdan a lapaleta de colores del otoño, a las tonalidades tierra y el color de las hojas mezcladas con azul y metálicos. Además, en los estilismos monocromáticos, el diseñador añadió guantes largos en vivos colores como el azul, el rosa o el verde. Con una estética poco ligada a la esencia de Chanel, la firma apostó por las maxi bufandas como complemento estrella en tonalidades vivas, incluso fluorescentes, que contrastaban con la sobriedad de alguna de las prendas.
La nueva colección aporta claves para vestir con estilo en el trabajo, estilismos que escapan del clásico traje chaqueta y que aportan nuevas perspectivas con las que vestir con elegancia. Las nuevas prendas se mueven entre conjuntos de chaqueta y faldas midi, trajes con volantes y vestidos con detalle. Eso si, concentrando toda la fuerza en el tweed como tejido protagonista.
Más allá de innovar o romper con los esquemas establecidos en los valores de la marca o la propia moda, la firma siempre se mueve en una misma línea. Colecciones que desprenden glamour, sofisticación y refinamiento con medida. Una proyección de la estética ‘chic parisien’ que pone al alcance de los clientes de la firma.
Chanel se mueve en un histórico, un contexto impregnado de la esencia de Coco Chanel. Y el gran hito ha sido precisamente este, mantenerse en la cresta de la ola siendo fiel a un mismo estilo, renovado las piezas pero siempre con un mismo nexo. En pocas ocasiones la firma crea prendas o accesorios radicalmente nuevos pero cuando lo hace, consiga que se conviertan en referente y no caigan en el olvido.
El contexto actual, las redes sociales, la era digital y el consumo desmesurado y más exigente del público hace que muchas firmas creen éxitos de ventas, pero que estos productos no lleguen nunca a marcar tendencia e influir en la historia de la moda. Chanel ha creado nuevos bolsos, como el ‘boy’ o el ‘gabrielle’, nuevas propuestas que se han convertido en un clásico con el tiempo y que comparten espacio con el 2.55, el modelo más conocido de la firma.



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