La mayoría de
colecciones han viajado al pasado
Louis Vuitton
cerró el telón de la semana de la moda de Paris, una jornada que dejó un aroma
de nostalgia entre el total de sus desfiles. La mayoría de firmas,
lejos de aportar una nueva mirada, se han centrado en revivir momentos
anteriores, en acercar la esencia de hitos históricos a la actualidad para
revisarlos.
La moda no tiene
una única función y no existe una norma que diga si debe avanzar o recordar el
pasado. Quizás sea momento de acercar la moda mas que nunca al contexto
político, social y económico, revisar momentos anteriores para
solucionar el pesente y poder seguir caminando hacia el futuro.
Balmain fue de
las pocas firmas que viajó al futuro a través de una colección que
experimentaba con los materiales. La forma en que una marca puede hacer
estos saltos en el tiempo es através de la tecnología.La maison francesa incluyó en su última colección prendas
con brillos, efectos holográficos, PVC e infinidad de tejidos con un aire
futurista que dejaban atrás la esencia de los años 80 de la firma que tanto la
ha caracterizado durante el mandato de Olivier Rousteing.
Recuperando
prendas clásicas o estilos que recuerdan a la forma de vestir de épocas
anteriores, firmas como Chanel se mantuvieron en su línea de siempre pero
aportando un punto de nostalgia en las nuevas prendas. Por su parte Louis
Vuitton tampoco arriesgo y se movió entre prendas clásicas con un estilo
refinado.
Isabel Marant se trasladó a
la época del lejano oeste para revivir, adaptando el imaginario al siglo XXI, lo
tejidos y estampados que predominaban en aquella época como las rayas, cenefas
o las tachuelas. Miu Miu también representó una estética suburbana de la década
de los 50 y los 60 con prendas overisze, collares
metálicos y cardados que recuerdan a la época de Viviene Westwood
y el punk londinense.
Valentino
también echó la vista atrás, a un romanticismo puro donde todo
se centra en la exaltación del cuerpo, las flores y la música. Una suave
melodía que escapa de los excesos y se centra en la sofisticación más
determinada. Lineas discretas, estampados de colores en contraste con el blanco
y el negro y delicadas formas asimétricas que confluyen con el cuerpo.
Con el objetivo
feminista permanente, Maria Grazia Chiuri representó
el espíritu rebelde de la revolución de 1968 en la última colección de
Christian Dior. Una mirada al pasado que revivió a través del ganchillo,
los bordados, el patchowork, trajes que simulaban
uniformes y kilts.
Lejos de estas
dos posiciones antagónicas que juegan con el tiempo, Jacquemus ha sido la única
firma centrada en confeccionar una colección que reune
tendencias y plasma el estilo de una generación. No revisa momentos
anteriores ni vaticina la moda que vendrá. Lo que la firma francesa ha hecho es
explorar la infinidad de posibilidades que se esconden detrás de
la confección y el patronaje para conseguir crear prendas cómodas y
con estilo.
La mirada al
futuro no siempre pasa por exponer nuevas concepciones de diseño o patrones que
rompen con los esquemas establecidos y abren puertas a un mundo nuevo. A veces
se basa en usar la tecnología existente para mejorar en tejidos,
ofrecer nuevas prendas no vistas hasta la época, una innovación tecnológica mas
que de diseño. Stella McCartney es el claro ejemplo de marca que tiene una
mirada al futuro. Un compromiso que no se centra en crear algo nuevo sino
en incorporar conflictos actuales, como el cambio climático o
la lucha contra la explotación animal, para promover el cambio.
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