Revalorizar lo ordinario se ha
vuelto tendencia
En los últimos meses las firmas de moda se han empeñado en revalorizar
lo ordinario de una manera muy extravagante. La última en sumarte a esta
tendencia ha sido Isabel Marant, que ha sorprendido con el lanzamiento de un estropajo
que tiene un precio de 9 euros y que no ha dejado indiferente a nadie.
El artículo forma parte de su última colección cápsula, Logo à
Go-Go, y es una réplica exacta de la misma esponja verde y amarilla para lavar
los platos que se puede comprar en el supermercado por mucho menos dinero. La
única diferencia es que la de la firma lleva el logotipo en la parte más
rugosa.
En esta exclusiva colección, la marca también
comercializa otros productos muy peculiares que tienen en común el ‘Marant’
estampado con letras bien grandes. Unas tazas para tomar el café con
leche, gorros de natación o unos guantes de jardinero forman parte de una
colección en la que también se pueden encontrar sudaderas y camisetas con el
nombre.
La línea de Isabel Marant se caracteriza por tener un
precio mucho más inferior que los artículos que han comercializado otras firmas
de lujo, entre ellas, Chanel, que generó mucha polémica el año pasado con
el bumerán de madera con el logotipo que costaba más de 1.700 euros y
que ofendió a la comunidad australiana por “apropiación
cultural”, ya que aseguró sentirse “ofendida” y “humillada” por este objeto que
utilizaban los aborígenes como “arma de supervivencia”.
En este selecto grupo de objeto extravagantes también
está Prada, que dejó atónitos a sus clientes con simple clip de papel de
165 euros elaborado con plata esterlina pulida. Tampoco nos podemos olvidar
de la bolsa azul de Ikea que versionó Vetements y que costaba 1.700
euros o más recientemente la bolsa completamente transparente de Céline de
482 euros que ya se ha convertido en viral.
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