El marketing con influencers digitales sigue al alza



Aparecen todos los días en los medios de comunicación y ya está comúnmente aceptado que los creadores digitales han convertido su afición por publicar posts en las redes sociales –mostrando sus gustos, sus bromas y sus preferencias– en un medio de vida que inspira a quienes quieren parecerse a ellos o, sencillamente, se fían de sus criterios.
La rentabilidad potencial de un número de seguidores fieles a un personaje que inspira e influye en sus gustos y su consumo es ya un recurso que figura en los presupuestos de las campañas de medios para cualquier compañía como un elemento más de impacto publicitario y branding.  
El estudio que acaba de presentar la agencia BrandManic es una herramienta muy útil para conocer la posición real en que se encuentra el marketing de influencers digitales en España.
A partir de las experiencias y previsiones de directivos de marketing y comunicación, el informe indica el camino que la relación marcas-influencers seguirá en el futuro. Entre los encuestados, prevalecen perfiles con poder de decisión sobre las estrategias de las marcas: un 9,7% ocupa el cargo de CEO, un 25,8% el de director y un 41,9% el de manager. 

¿Qué objetivos persigue una acción de marketing con influencers de entornos digitales?
Se trata ya de un sector afianzado en las estrategias de marketing, pues cerca del 40% de los encuestados lleva más de tres años realizando campañas con ellos. En cuanto a los objetivos que se persiguen en estas acciones, los marketeros opinan que el principal es la captación de nuevas audiencias. El siguiente objetivo, por importancia, es la fidelización de audiencias actuales, mientras que aumentar la comunidad en redes sociales ocupa la tercera posición. Le siguen otros aspectos también relacionados directamente con el branding, como el lanzamiento de nuevos productos y campañas. En sexto lugar encontramos objetivos de conversión directa, como la venta y el tráfico a la web.

Compensaciones económicas  
Al principio todo se arreglaba con regalar el perfume o la botella de vino que promocionara quien tuviera un número determinado de seguidores en Facebook, Twitter o Instagram. A una tertuliana de televisión que dijera el nombre de la marca en Twitter se le regalaba la ropa, se la invitaba a los eventos, a algún viaje de cortesía u obtenía algunas rebajas, y así solucionaban el compromiso las marcas con aquellos primeros influencers comerciales. Esto se sigue haciendo, pero es cada vez más residual. Ya en 2016 un informe de BrandManic concluyó que un 63% de los encuestados recibía ingresos derivados de su actividad como influenciador. En el informe de este año se revela que ahora es un 69,4%.

En solo dos años ha aumentado en un 6,4% el número de influencers que reciben una compensación económica directa por su trabajo, bien sea por publicación o por pack de publicaciones.
La retribución mediante la entrega de muestras de productos aún ocupa la tercera posición. Esta evolución indica claramente que los responsables de marketing reconocen el aporte de valor que realizan los influencers, construyendo audiencias sólidas y fieles, aproximando el producto al cliente potencial, alcanzando un público joven a través del universo online, promoviendo tendencias globales y generando conversión y credibilidad.
En el informe completo de Brandmanic, nos hablan del reinado de Instagram, se analiza el resultado de las campañas y nos desvelan si el matrimonio marcas-influencers tiene futuro.

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