La tendencia de mezclar distintos diseños de un mismo estampado llegará este invierno


A través del juego con las formas y tonalidades de cada diseño


Los desfiles de la semana de la moda de Nueva York, París, Milán y Londres apuntaban un cambio de dirección en ciertas tendencias para el próximo invierno, un nuevo rumbo que han confirmado las últimas colecciones de las firmas más influyentes en la industria. Para la próxima temporada de otoño/invierno de 2019 se consolidará la vuelta de los estampados barrocos y recargados como una de las tendencias que cobrará más protagonismo. Desde hace varias temporadas, los estampados han empezado a teñir las prendas de muchas colecciones y, aunque de forma tímida, están consiguiendo una mayor presencia.
Durante el invierno de 2017-2018 se empezaron a ver los primeros indicios de la vuelta de los estampados a través de prendas que incluían detalles en animal print o mediante algún diseño retro que aludía a las tendencias de los años 90. Con la llegada del verano, elleopardo se ha convertido en el estampado estrella para las prendas de baño, una tendencia que ha precedido la vuelta del animal print de leopardo y piel de serpiente para el próximo invierno. Esta tendencia no viene sola sino que las firmas apuestan por la mezcla de un estampado en diferentes prendas de un mismo look, con el objetivo de crear un conjunto repleto de contrastes.
El elemento clave para esta nueva tendencia, a la que cada vez se están sumando más firmas, es elegir distintas piezas para un estilismo que contengan un mismo tipo de estampado, como animal print, cuadros o con un estilo barroco. En muchas ocasiones la mezcla de prendas con un mismo tipo de diseño no coincide a la perfección por pequeñas variaciones en los motivos de la tela o el tipo de color. Y es precisamente esta imperfección en la mezcla la que buscan las nuevas tendencias. Para ello las firmas proponen looks donde las piezas están contrastadas con estampados desiguales a través de variaciones en la forma o los colores.
A finales de la década de los 90 y durante los primeros años de los 2000 la estética predominante en el mundo de la moda tomó como protagonista el contraste de colores en estampados y conjuntos monocromáticos. Sin embargo, los años posteriores se cubrieron de una imagen más sobria y minimalista a través de un estilismo que combinaba prendas neutras con cortes rectores y mediante
tonalidades monocromáticas y suaves. Actualmente el factor cíclico de las tendencias en el diseño de moda, inmerso en la vuelta de las tendencias de hace veinte años, apuesta por estampados excéntricos y barrocos que alternan tonalidades contrastadas en prendas con siluetas extremas y arriesgadas.
Aunque actualmente se observe un salto abismal entre el minimalismo anterior y la extravagancia de las últimas temporadas, el cambio se ha producido mediante una sutil experimentación con los colores. Desde hace varios años algunos de los diseñadores más importantes de la industria han apostado por estilismos con apariencia monocromática que relegaban la fuerza a un único color. No obstante, analizando los detalles de la composición de cada estilismo, existían variaciones de tonalidades que producían un efecto similar al que se consigue con la combinación de un mismo estampado con efecto desigual.
Para el próximo invierno las firmas han apostado firmemente por estampados como el tartán o distintas versiones de animal print con estampados de serpiente o leopardo. Las nuevas colecciones proponen estilismos que combinan piezas con estampado de serpiente en distintos colores, conjuntos que alternan variaciones en el tamaño o forma del leopardo o looks con un mismo estampado de tartán diseñado con colores opuestos o modificando su dimensión en las distintas piezas.
Entre las nuevas propuestas, Prada apuesta por el ‘’color-blocking’’ que consiste en la superposición de tonos neón o colores saturados en un mismo estilismo. En el ámbito de la combinación de estampados, aunque Gucci ha experimentado con la mezcla de distintos diseños antagónicos en un mismo estilismo, Versace ha sido la encargada de liderar el campo extravagante y barroco. La firma italiana ha apostado por la reinvención de los sofisticados diseños repletos de dibujos, motivos abstractos, animales y un despliegue de color que incluían los estampados originales de la era de Gianni.
En el sector del low cost, Zara ha lanzado una colección fiel a las tendencias actuales en la que la mezcla de un mismo estampado ocupa un papel protagonista. Por un lado el gigante de moda ha apostado por el efecto piel de serpiente que se ha transformado en conjuntos de dos piezas, vestidos o una gran variedad de accesorios. Por otro lado su nueva colección incluye una serie de estampados repletos de motivos abstractos que alternan el binomio blanco y negro con el dorado, haciendo alusión a los diseños del estampado de Versace.


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