El diseñador
catalán rompe su relación con la firma que ha llevado a las pasarelas
internacionales
Josep Font es un artista y un alma
sensible; el mundo de la moda es ahora una selva competitiva en la que sólo
cuenta vender más que el vecino de pasarela. El diseñador catalán anunció ayer
que abandona su puesto como director creativo de Delpozo, una semana
después de presentar con gran éxito su última colección en la pasarela de
Londres.
Durante seis años, Font ha convertido la
firma, heredera de la que creó Jesús del Pozo, no sólo en una de las más
deseadas por las celebridades, también en una de las más originales
distinguiéndose del resto, abocadas irremediablemente hacia la vulgaridad.
Frente a otras propuestas, claramente dirigidas a mercados poblados de nuevas
ricas sin más gusto que el de gastar dinero, Font ha representado en estos años
una propuesta que buscaba la esencia de la delicadeza.
Tras la muerte del
diseñador Jesús del Pozo, la división de moda quedó en manos de una
compañía denominada Perfumes y Diseños, que ya controlaba la división de
fragancias. Su presidente, Pedro Trólez, transformó Jesús del Pozo en Delpozo y
contrató a Josep Font. La apuesta por el mercado internacional fue clara y se
invirtieron millones para introducir la firma en las pasarelas y las tiendas de
lujo, sobre todo en Estados Unidos. El éxito fue total y con él creció la
presión sobre Josep Font. Los hijos de Trólez, Pedro y Carlos, asumieron el
control empresarial de Delpozo, que aunque nunca ha tenido ingresos millonarios
por no haber amortizado la gran inversión, sí ha protagonizado el más
espectacular éxito de los últimos años en el mundo de la moda internacional.
Con la sabiduría de un
diseñador experto (Font tiene 51 años) y ,al mismo tiempo, innovador y, sobre
todo, fiel a una línea que aúna el rigor de su formación como arquitecto y con
la armonía de su creatividad artística, la firma Delpozo está posicionada
dentro de las primeras firmas internacionales y es una de las preferidas de las
estilistas (incluida la de Melania Trump) que huyen del convencionalismo y
también de las estridencias.
Ayer, la firma emitió un comunicado en el que
agradecía a Josep Font su trabajo y este a su vez, calificaba de “maravillosos”
los seis años en los que ha trabajado para Delpozo. Pedro Trólez emitió su
propia nota elogiando a Font : “Tiene una capacidad extraordinaria de mezclar
colores, texturas y volúmenes, convirtiéndolos en colecciones delicadas y
femeninas. Estoy agradecido por su lealtad y por haber formado parte de esta
primera etapa de Delpozo”. En esa última línea ya se adelanta que piensa en
seguir con nuevo director, teniendo en cuenta que con los patrones que ha
dejado Font se puede ir tirando para unas cuantas colecciones más.
Josep Font tiene la intención de pasar un
tiempo fuera del circuito de la moda. Su marcha de Delpozo tiene que ver más con
la presión y la exigencia extrema de los dueños de la firma que con sus
inquietudes creativas. Hace unos años, la falta de entendimiento con su socia
capitalista, Carmen Ayats, le obligó a ceder su propio nombre. Josep Font
sobrevivió a la firma Josep Font y también superará la etapa Delpozo. Tras
conocerse su marcha, ya ha recibido propuestas de firmas internacionales de
primer nivel que le persiguen desde hace años. De momento, sin embargo, Font ha
colgado las agujas.
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