Me he quedado en el paro: cómo sobrevivir financieramente


El paro desciende, pero no la preocupación por cómo gestionar nuestras cuentas personales en una situación de ‘estrés financiero’ como el desempleo


Evitar la ruina financiera durante el paro es posible si sabes cómo. La mejor manera de sobrellevar el desempleo y evitar el bajón -mental y económico- que amenaza con aparecer con su llegada, consiste en hacer lo inversamente proporcional a su significado. Es decir, el secreto para sobrevivir cuando podemos posponer hasta el infinito la alarma del móvil radica, precisamente, en levantarnos temprano. Y no parar.
Según las estimaciones del Instituto de la Economía Mundial de Kiel (Alemania) recogidas por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la tasa de desempleo se situará en España por debajo del 15% a finales de 2019. Un dato positivo que, sin embargo, no logra disipar la preocupación que el paro genera entre los españoles. ¿Por qué? Entre otros motivos, porque el paro azota, y con fuerza, al segmento más joven del mercado de trabajo y esconde nuevos males en los que la precariedad acecha nuestras cuentas.
La tasa de precariedad y desempleo llega a casi el 80% de la población menor de 25 años en España, según el estudio sobre el ‘Mercado de Trabajo 2008-2018. De la crisis a la recuperación’ elaborado por la Asociación de Empresarios del Sur (Cesur). Si tenemos en cuenta el total de parados, independientemente de su edad, las cifras no son más alentadoras: el año pasado existían en torno a 317.000 ‘desanimados’ y 540.000 no disponibles para trabajar.
Según Cesur, el 40,2% de la población activa sufre situación de desempleo, subempleo o precariedad. Es decir, situaciones de estrés financiero. Todas ellas tienen un denominador común: generan desánimo, ansiedad y desmotivación y con ellos, el riesgo a que se prolonguen en el tiempo. Es importante dar a conocer algunas de las claves para sacar el máximo partido a este periodo, en el que el análisis continuado de las finanzas personales es clave para poder conciliar el sueño mientras el paro dura.

¿Qué hacer cuando el despertador ya no suena?

Mantener el orden
El desempleo puede ser un punto de inflexión, pero no necesariamente ha de poner patas arriba nuestra organización y horarios. Según los expertos, el paro suele venir acompañado de un falso espejismo de tiempo libre. Una sensación de vacaciones postizas en la que, muchas personas se instalan con el pretexto de tomarse un merecido pero provisional descanso. Cuanto menos tiempo se nos enganchen las sábanas, mejor.

Mantener el ánimo
En situaciones de desempleo repentino o prolongado, mantener el ánimo y la autoestima es esencial. De la misma manera que crecemos con la creencia, más o menos cierta, de que ‘el trabajo dignifica’, una situación de desempleo mal gestionado puede herir el orgullo y generar desidia y sensación de fracaso. Es importante relativizar este hecho en un contexto en el que la rotación laboral se impone como tendencia.

No tomar decisiones drásticas ‘en caliente’
Absorbidos por la inercia de la disrupción, es posible que cometamos el error de dinamitar con otros elementos que nos recuerdan a esa ‘vida pasada’ y lo hagamos en caliente. El clásico: ‘lo dejo todo’. Es más aconsejable cambiar el enfoque y, en lugar de destruir, construir nuevos puentes y transformarlos en conocimientos y habilidades. Por ejemplo, el paro puede ser el periodo que necesitamos para reciclarnos y optimizar nuestro perfil laboral, que casi con seguridad habíamos descuidado.

Evitar el pánico y la desesperación
Cambia la sociedad, cambian los trabajos y cambia el desempleo. El paro no necesariamente ha de convertirse en un motivo de depresión. Para un gran número de trabajadores es un espacio de transición, conocimiento y búsqueda. Y lejos de la desesperación con la que lidiaban generaciones anteriores, los más jóvenes están aprendiendo a aprovecharlo psíquica y profesionalmente para auto-reforzarse.

Buscar un nuevo empleo (cuanto antes)
Tomarse un fin de semana libre, como el resto de los mortales, pero no más. Tan manida como cierta es la máxima que dice que buscar un trabajo es un trabajo en sí. Requiere un horario, objetivos y seguimiento. Reevaluar la trayectoria profesional y laboral, de hecho, no es algo que se haga de la noche a la mañana. Además, si permanecemos más ‘ocupados’ que ‘ociosos’, nuestros ingresos tienen más posibilidades de perpetuarse. Pero ojo, no nos tiremos a la piscina con el primer empleo que aparezca si creemos que no será positivo para el devenir de nuestra carrera profesional.

Priorizar gastos
El paro es un periodo en el que, si todo está en orden, el trabajador ingresa una prestación por desempleo. Esta es limitada y a medida que pasan los meses mengua, por eso es necesario replantear el nivel de gasto que realizamos. Saber qué partidas requieren más inversión, es decir, en qué se gasta el dinero. Esto es clave para mantener el control de las finanzas personales y del presupuesto disponible para garantizar la liquidez el máximo tiempo posible hasta encontrar un nuevo trabajo y volver a asegurar los ingresos.Es el momento de buscar opciones en el mercado financiero y ver qué remuneración ofrecen los bancos.

Analizar la indemnización que se va a cobrar
Según un informe elaborado por el comparador de seguros Acierto.com, no solamente el paro sigue siendo lo que más preocupa a los españoles, por delante de la corrupción y el fraude, sino que en España la prestación por desempleo es más corta, baja y tiene menos beneficiarios. De hecho, el 67% de la población no está conforme con la duración actual de la prestación por desempleo. Por eso es imprescindible analizar la indemnización a la que se tiene derecho y saber qué, cómo, cuánto y –lo más importante- hasta cuándo se percibirá.

Gestionar un seguro de desempleo
El análisis del comparador de seguros indica también que nueve de cada diez españoles creen que las indemnizaciones por despido son injustas e insuficientes. De ellos, el 56% considera que debería prolongarse a seis meses por año trabajado, mientras el resto aumentaría esta cantidad. En respuesta a esta realidad, se aconseja gestionar un seguro de desempleo. También conocidos como productos de ‘protección de pagos’, consisten en el pago de una contraprestación económica cuando una persona se queda en situación de desempleo

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