La firma ha
presentado su nueva colección en la semana de la moda de Milán
El color ha vuelto a orquestar la nueva
colección de Prada. El uso desmesurado de tonalidades neón en la
colección pasada no fue más que una declaración de intenciones de la firma
italiana, una tendencia que no quieren dejar escapar.
Antes de inaugurar el desfile, ubicado en la
Fondazione Prada, se han publicado dos videos en las redes sociales en los que
se mostraba la inspiración que se esconde detrás de las nuevas propuestas. El
espacio también ha seguido la misma tónica, con paredes pintadas en un
llamativo verde, luces de neón naranjas y asientos de plástico transparentes.
Un amplio abanico de elementos que reflejaban la esencia y el espíritu de la
nueva colección.
Aunque la mirada de Miuccia
Prada, la directora creativa, no solo se centre en las tendencias del momento,
las propuestas que la firma presento el pasado febrero para este invierno
determinaron algunas de las prendas, colores o estampados que más se han visto
en las colecciones de otras marcas. Siguiendo la línea trazada con la anterior
colección, con el neón y los estampados retros como protagonistas,
Prada ha presentado su colección para la próxima temporada de primavera/verano
de 2019 en el marco de la semana de la moda de Milán.
Entre las nuevas propuestas, la firma
italiana ha vuelto a incluir algunas de las prendas con mayor éxito en las
últimas temporadas, como los pantalones de estilo ciclista, una prenda que
tampoco han dejado escapar otras firmas como Fendi. La próxima primavera de
Prada estará repleta de faldas midi, tejidos satinados y un despliegue de
asimetrías y mezclas imposibles. La colección presentaba una evolución que
partía de estilismos sencillos, mediante conjuntos de dos piezas, pantalones
cortos, camisetas con cremallera y sandalias, hasta dar paso al experimento con
distintos códigos de vestimenta en un mismo conjunto.
Con el objetivo de
recuperar tendencias de los 80 y los 90, además de escapar de la
neutralidad cromática, la firma italiana ha vuelto a apostar por el neón,
primero en los zapatos hasta terminar con faldas y tops con estampados retro
que mezclaban tonalidades contrastadas e incluían apliques brillantes y
tachuelas. Aunque han aparecido vestidos, jerséis de punto y chaquetas con
tonalidades neutras como el blanco o el negro, la colección ha creado una
explosión de colores contrastados, prendas confeccionadas con el clásico nylon
con tonos saturados, un despliegue de estampados con un estilo abstractos y
otros con flores pintadas.
La diseñadora italiana es
una de las pocas figuras de la industria con creaciones en las que prevalece el
diseño y la técnica por encima de su posterior salida comercial. En un contexto
en el que el se premia la viralidad de las prendas y el éxito de ventas, la
italiana se ha desmarcado con una colección que pretende reafirmar el
discurso del lujo que presta atención a la confección. Un claro ejemplo de
esta situación fue las críticas que recibió Riccardo Tisci en su debut para
Burberry. El diseñador italiano se mantuvo fiel al estilo clásico de la marca
británica y, aunque impregnó su esencia con prendas streetwear y con un toque
personal, para muchos no fue suficiente.
Durante los últimos años se
ha producido un cambio de paradigma en la industria de la moda
impulsado por la aparición de las redes sociales, la figura de los influencers
y una nueva generación de clientes. En este escenario se identificaron nuevas
necesidades y formas de consumo que fueron cubiertas con firmas disruptivas
como Vetements o mediante un cambio de estilo por parte de otros nombres
como Balenciaga, Gucci o Louis Vuitton.
La firma italiana ha
sido una de las últimas en reinventarse para introducirse en este
nuevo contexto. A diferencia de la mayoría, que ha conseguido despertar un gran
interés por sus colaboraciones, nuevos y excéntricos directores creativos o
mediante prendas que rompen con un estilo anterior, Prada ha convencido al
público siendo fiel al propio diseño y a la particular visión de la moda de Miuccia
Prada. La diseñadora siempre ha adquirido un discurso, a través de sus prendas,
que va más allá de las tendencias y busca transmitir un mensaje que
refleja un contexto sociológico, político o cultural.
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