La firma ha
anunciado la ciudad donde se celebrará a través de las redes sociales
Con el fin de las vacaciones de verano no
solo se inaugura uno de los meses cruciales para el mundo de la moda, con las
semanas de la moda de Nueva York, Londres, Milán y París, sino que las
firmas reprenden su actividad para promocionar sus inminentes colecciones de
otoño/invierno además de presentar las propuestas para el próximo verano.
Durante esta época las firmas empiezan a desvelar nuevos proyectos, sus
estrategias o los secretos mejor guardados, como es el caso de Victoria’s
Secret que ya ha empezado a dar pistas sobre su próximo desfile.
Considerado como uno de los eventos más
importantes en la industria, y con mayor repercusión mediática, el desfile
de Victoria’s Secret se ha convertido en todo un espectáculo que traspasa
la tradicional concepción de pasarela y que ha conseguido retransmitirse por
televisión en casi 200 países. La firma de moda lencera se ha sumado a la
tendencia de las redes sociales como principal canal de información, donde crean
expectación y desvelan sus principales movimientos. Aunque todavía no se ha
confirmado la fecha exacta, la marca ha anunciado que el próximo desfile se
volverá a celebrar en Nueva York, el principal escenario por el que han
mostrado sus propuestas desde 1995.
Salvo el desfile de 2002,
que se celebró en Cannes, o la micro gira de desfiles por distintas
ciudades americanas en 2004, la firma de moda siempre eligió los espacios
más icónicos de la gran manzana como el hotel Plaza, en la quinta
avenida. Tras probar suerte en Los Ángeles o Miami, la firma volvió a
Manhattan antes de aventurarse en un viaje internacional que le llevó a
organizar sus últimos desfiles en Londres (2014), París (2016)
o Shanghái (2017). Con una fuerte presencia en Estados Unidos,
la firma decidió reforzar su expansión acercando sus productos al público
europeo y asiático, una estrategia que también han seguido otras firmas
como Victoria Beckham o Tommy Hilfiger.
El desfile no solo se ha
convertido en una cita clave para la industria sino que también es un trampolín
profesional para las aspirantes que anualmente se presentan al casting.
Conocidas como ‘Los ángeles de Victoria’s Secret’ por desfilar con alas,
la firma ha construido un universo de fantasía alrededor de las modelos. A
pesar de la magia que se recrea, la firma ha querido potenciar los cuerpos
atléticos pero cada año se enfrentan a numerosas críticas por la extrema delgadez
de muchas de sus modelos.
Siguiendo una misma línea
que las top models de la era de Gianni Versace, la firma ha
trabajado con las modelos más importantes como Heidi Klum, Lily
Aldridge, Adriana Lima, Alessandra Ambrosio o las recientes
hermanas Hadid y Kendall Jenner. Aunque todavía no se ha
confirmado la lista definitiva, el próximo desfile cuenta con el debut de más
de 20 modelos entre las que se encuentran profesionales con un amplio recorrido
en la industria como Mayowa Nicholas, que ha desfilado para Alexandre
Vauthier, Albertta Ferretti o Alexander Wang, Myrthe Bolt,
que ha trabajado junto a Topshop y Dsquared 2 o una de las modelos de la última
campaña de Balmain, Duckie Thot.
Victoria’s Secret fue
una de las firmas pioneras en reinventar el clásico y obsoleto concepto de las
pasarelas. Más allá de mostrar las nuevas prendas a un público concreto, la
marca construye un espacio por el que las modelos caminan, bailan y juegan con
la ropa y los accesorios, una experiencia que juega con la aspiracionalidad.
Además, en cada edición se construye un espacio más extravagante, con
sofisticadas instalaciones y una puesta en escena dividida en actos, como si de
un concierto se tratara. Para acompañar al desfile, cada año participan algunos
de los mejores artistas del momento como las recientes actuaciones de Rihanna,
Lady Gaga o Bruno Mars.
Otro de los atractivos que
ofrecen los desfiles, y que los diferencian del resto, es la aparición del
popular ‘Fantasy Bra’. Se tata de una pieza exclusiva diseñada para cada
colección y confeccionada con piedras preciosas y otros materiales de alta
gama. Claudia Shifferfue la primera en lucir este sujetador en 1996, con
un modelo valorado en 1 millón de dólares. Desde entonces, los diseños que
llevaron Karolina Kurkoba, Miranda Kerr o el último de la mano
de Lais Ribeiro han incrementado su precio hasta llegar al modelo que
llevó Gisele Bündchen en el año 2000, valorado en 15 millones de dólares.
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