Nos fijamos en
las principales virtudes y defectos de los cuatro teléfonos que están entre los
más avanzados del momento
Con el Google Pixel 3 recién presentado no
vamos a decir que se hayan agotado los lanzamientos de smartphones de gama alta
este año, todavía quedan cosas interesantes por ver, pero ya tenemos claro que
entre los cuatro teléfonos más atractivos del momento en 2018 además del
terminal de Google son el Galaxy S9, el iPhone XS y el Huawei
P20 Pro. Aunque por supuesto podríamos incorporar alguno más, pero no se trata
de hacer una lista interminable.
Analizamos los pros y los contras de cada uno
e intentamos responder a una pregunta delicada ¿cual de estos terminales
es mejor? La respuesta es difícil, pero destacamos los aspectos cruciales
de cada uno y sus principales carencias.
Google Pixel 3. Este terminal de Google es el
equivalente en lo que respecta a las actualizaciones de software al iPhone. Es el
único teléfono del mercado que garantiza tener Android siempre actualizado.
Pero echamos en falta un salto como el que se produjo al pasar de la primera a
la segunda generación. A pesar de ello tiene interesantes sorpresas.
Lo que nos gusta. Aunque no hemos tenido
ocasión aún de probarlo parece interesante que se hayan mejorado los algoritmos
de software, sobre todo en lo que respecta a la captación de fotos con su única
cámara trasera (que si no nos equivocamos es calcada a la del modelo anterior).
También resulta interesante que se haya incorporado un chip específico para
seguridad. En el modelo XL la pantalla crece llenando la mayor parte de la
parte frontal.
Lo que no nos gusta. Lanzar un teléfono con
Android con cuatro gigas de memoria ram nos parece un poco decepcionante. No
tanto porque eso impida hoy un funcionamiento fluido, como porque se acorta su
vida útil a largo plazo. Al menos se ha dotado a este Pixel 3 del procesador
Snapdragon 845 más actualizado. Lo que si nos decepciona es que no se haya
incorporado una cámara dual. La inclusión de algoritmos para lograr un zoom
digital mejorado puede estar bien, pero seguro que no tanto como incorporar una
cámara dedicada a esa función.
El iPhone XS. Le guste o no a la competencia
hace ya mucho tiempo que el iPhone se lleva la palma en cuanto a la popularidad
en el mercado de la telefonía. Esta nueva versión no ha sido tan rupturista
como el iPhone X. Incluso a nivel de diseño el iPhone XS es similar al X,
aunque gana en tamaño la pantalla del XS Max.
Lo que nos gusta. Se ha mejorado aún más el
procesador, el A12. Tengamos en cuenta que el A11 Bionic ya rompió moldes, y se
ha dotado al teléfono de más memoria ram. Esto es una de las cosas que más
inquieta a los fabricantes de teléfonos Android, pues los procesadores de Apple
literalmente están barriendo a la competencia. También resulta interesante que
se hayan mejorado los algoritmos de procesamiento de las fotos. Los que opten
por un XS Max además se encontrarán con una pantalla espectacularmente grande.
Lo que no nos gusta. Aunque
los modelos S han sido desde hace tiempo una renovación del terminal del año
anterior, pensamos que se ha malgastado una oportunidad para dotar al iPhone XS
de una cámara con componentes más avanzados. También nos hubiese gustado ver
una batería de mayor capacidad, pues aunque Apple asegura una ligera ganancia
en la autonomía por la optimización del software y el hardware esto hubiese
sido un tanto muy a favor de la empresa.
El Samsung Galaxy S9. Parece
que fue hace una eternidad cuando se presentó el Galaxy S9, pero en realidad
lleva poco más de seis meses en el mercado. Lo que da una idea de la velocidad
con la que pasan las cosas en este sector. Externamente apenas se diferencia
del Galaxy S8, que a propósito en algunas tiendas está a precio de derribo,
pero en su parte trasera encontramos su principal renovación.
Lo que nos gusta. Samsung apostó fuerte por
renovar las cámaras del Galaxy S9 e introdujo en una de ellas un objetivo
superluminoso (f/1.5) con estabilizador óptico y un sensor con un tamaño
generoso de píxeles. Dos cualidades que lo hacen ideal para hacer fotos de
calidad incluso con poca luz. También se mejoraron, mucho, los algoritmos para
hacer retratos con el fondo desenfocado. Además se incluyó un zoom de dos aumentos
en la cámara secundaria. Pero también se aumentó la velocidad de procesado
gracias a la inclusión de nuevos procesadores más veloces. Ah, y por fin se
añadió sonido estéreo.
Lo que no nos gusta. Bixyby, el asistente de
Samsung, no entiende aún el español. Pero a pesar de ello Samsung se obstina en
incorporarlo en el Galaxy S9. Eso podría ser hasta cierto punto lógico. Lo que
no parece razonable es que se incluya un botón dedicado junto a las teclas de
volumen, y que con frecuencia pulsamos por error activando Bixby en el peor
momento. Además de eso nos hubiese encantado ver un Galaxy S9 estándar con más
memoria ram para que su vida útil fuese superior (aunque el modelo plus cuenta
con seis gigas frente a las cuatro del modelo estándar).
Huawei P20 Pro. Huawei dio un puñetazo en la
mesa al presentar el primer teléfono con tres cámaras traseras que permiten
alcanzar un zoom óptico de tres aumentos, que se puede alargar en digital algún
aumento más sin una merma de calidad significativa. Además introdujo un
hardware generoso e incorporó una batería de 4.000 mAh, bastante contundente.
Lo que nos gusta. Sin duda su cámara. La
inclusión de un objetivo principal con una gran luminosidad y estabilizado más
un sensor de imagen monocromo para mejorar las tomas y un zoom de tres aumentos
hacen de él un teléfono ideal para fotografía móvil. Además viene acompañado de
un software muy solvente para exprimir sus cámaras.
Lo que no nos gusta. A pesar de venir con un
procesador optimizado para inteligencia artificial fabricado por Huawei y seis
gigas de memoria ram, los tests demuestran que aunque se comporta con bastante
fluidez no estamos ante uno de los teléfonos más rápidos del mercado. Esto,
como solemos decir, quizá hoy no sea muy importante. Pero lo será cuando en el
futuro nuevas actualizaciones de software y aplicaciones más exigentes hagan
que se resienta.
¿Entonces cual es mejor?
Si ha llegado leyendo hasta aquí
preguntándose cuál de estos teléfonos es el mejor lo primero que tenemos que
decir es que el software juega un papel fundamental. Es sabido que iOS está
mucho mejor optimizado que Android, algo lógico pues funciona en un puñado de
terminales en lugar de en cientos de ellos. Por lo que quizá la primera gran
pregunta sería ¿iOS o Android?
Si buscamos un iPhone los que actualmente
están a la venta son una gran opción, pues desde la renovación que sufrieron
tras el lanzamiento de la versión X se han vuelto más atractivos. Pero si somos
usuarios de Android la cosa se pone más complicada. El Pixel 3 sin duda nos
permitirá beneficiarnos de una versión de Android pura, con las consecuencias
positivas que eso tiene para el rendimiento del producto. De hecho, puede ser
un teléfono excelente para los usuarios de iPhone que se vean tentados a probar
Android.
Si nos interesa hacer muchas fotos y buscamos
prestaciones avanzadas, parece bastante lógico optar por el Huawei P20 Pro. Ese
zoom de tres aumentos puede marcar un antes y un después al componer nuestras
fotos. El Galaxy S9 es de todos los terminales el más equilibrado. Además, el
hecho de que fuese lanzado hace unos meses y las bajadas de precio a las que
nos acostumbra Samsung hacen que en algunas tiendas esté disponible en su
versión básica por menos de 550 euros. Lo que hace que sea el más económico de
los terminales aquí analizados a efectos prácticos.
Pero si el precio no nos importa tanto, el
iPhone XS y el Pixel 3 pueden ser las opciones más interesantes. Sobre todo por
ser los dos únicos terminales que además de contar con un hardware excelente,
como los otros dos teléfonos analizados, tienen la ventaja de que siempre
tendremos su software actualizado. Y eso es fundamental.
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